Voz Campesina

Campañas cibernéticas

Durante la jornada proselitista en curso, ha sido poca la presencia personal -cuando menos en el valle de Mexicali- de candidatos a legisladores federales.

Respecto a los aspirantes a la ‘grande’, es de sobra conocida su fobia al clima cachanilla, en tal medida que ni siquiera visitan la ciudad capital de Baja California.

Volviendo al valle mexicalense, ahora los recorridos buscando el voto (debían encauzar requerimientos sociales) son escasos. Pero subiéndolos al ‘feis’ (book) y compartirlos su equipo logístico y seguidores, máxime imparable tendencia de esa y diferentes redes sociales, el esfuerzo campañero resulta muy cómodo.

El ‘fin’ anterior un buen amigo argumentaba: “Oye Lic., los candidatos ya ni volanteo, gorras, camisetas o ‘mandiles’ (pa’ la carnita asada) reparten y a puro pedir votos por teléfono se la llevan” -otra vez el Facebook-.

Sin poder negarse que cualquier partido político dispone de amplios recursos (dinero) del presupuesto público, dentro y fuera de tiempos de campañas, habría que calcular el considerable ahorro que representa este convenientemente novedoso sistema de ‘acercamiento’ hacia la gente. Además funciona, se sabe, ‘adecuando’ imágenes a modo de que en pantalla ‘aparezca’ más asistencia de la que realmente acudió al evento publicitado.

Tampoco se ignora el costo -para usuarios- del servicio que permite acceder a las redes (la más popular, Facebook), siendo así fácil adivinar el aporte económico adicional de la ciudadanía a políticos ‘campañistas’ que se detectan a través de largos comentarios a favor y en contra de colores y/o personas. En ciertos, lamentables casos, llegándose incluso a la ofensa.

Cual modesta sugerencia, propongo no fomentar el divisionismo que tanto daño causa a la sociedad. Las elecciones del primero de julio abrirán espacio a manifestar militancias partidistas y/o decisión electoral propia. Después seguirá vigente la orgullosa mexicanidad que nos enlaza.

Esta circunstancia y el futuro del país deben significar nuestra preocupación esencial.