Recuento fúnebre
Noticia destacada en LA VOZ de ayer da cuenta sobre 15 crímenes cometidos, a escaso tiempo de arrancar el 2018. La violencia fatal, pues, apoderándose de nuestro entorno sin que nada logre que la sociedad recobre confianza en las autoridades.
Días atrás el mismo presidente del Poder Judicial del Estado declaró que “el Nuevo Sistema Penal aleja de la cárcel a los delincuentes” (sic). En pocas palabras, admite de manera indirecta notoria laxitud (más bien diríase inviabilidad) de la ley de la materia. Algo que ciertamente le corresponde corregir o adecuar al Poder Legislativo y si a eso le agregamos el ‘criterio’ de algunos jueces, los funestos resultados saltan a la vista: Homicidios, robos domiciliarios (con o sin familias disfrutando la ‘paz hogareña’) de automóviles, asaltos a comercios, transeúntes y el largo etcétera que imposible de negar avanza según la ‘creatividad’ de delincuentes, sabedores ‘al dedillo’ de dispositivos legales en su protección como flagrancia, derechos humanos, etc., etc. Mientras tanto, la gente debe atenerse a seguir ‘idóneos’ consejos preventivos. Amigos lectores, nos han enviado opiniones respecto a dicha tendencia oficial a vaciar las cárceles, llamando sobremanera la atención una que refiere “si en el gobierno les falta dinero para mantenerlas preferible, a quien le han robado y/o ofendido con cualquier delito, pagar algo mínimo y así ver castigarse al hampón, que en la calle planeando venganza” (sic). La legalidad establecida en Códigos vigentes habría de normar conductas humanas del ámbito social al que se dirigen, conforme a las circunstancias reales que le rodean (la Ley es para el hombre, no el hombre para la Ley). Pero clasificar menor número de delitos cual graves, genera accesible libertad a aquellos que descubriendo esa facilidad, a cambio de sólo acudir a estampar firmas periódicas (¿de veras asistirán, habrá supervisores de su actuación ya liberados?). En ejemplo de incongruencia al ‘castigo’ sustituido reparándose el daño -pagando el monto a través de convenios- cito: De ser artículos domésticos de difícil avalúo, bajo qué método fijan las ‘sanciones reparatorias’, acaso no acabará en ganancioso negocio a los ladrones, ítem: ‘Robe ahora, pague después y hasta en abonos chiquitos’. En plena efervescencia polaca nacional, no se ha escuchado a ninguno de los pre-candidatos expresarse acerca de siquiera revisar el andamiaje jurídico legal que todo indica fomenta la incidencia delictiva y junto a la corrupción representan el mayor mal de muchos que afectan al país. Que lo ignoren suena idénticamente absurdo a pretender eliminar vía decreto (y/o varita mágica) corruptelas, inequidades etc., etc., donde el seguro perdedor siempre es Juan Pueblo. Y ojo, porque la historia habla, de fallar el Estado de Derecho, continuando la injusticia social (en el más amplio sentido) renacen alternativas de optar a los hechos. México aún tiene oportunidad de evitarlo. Sus actuales y máxime nuevas generaciones, merecen reflexión y esfuerzo colectivo. vozcampesina@hotmail.com
