Celebración constitucional
Ni fanfarrias discursivas que seguramente se escucharon ayer en el teatro de la República de la ciudad de Querétaro, convencerán al pueblo de México sobre los motivos de celebrar nuestra Constitución Política, que debido al cúmulo de ‘parches’ (sólo eso son, las estructurales y diversas reformas sexenio tras sexenio) instrumentadas por políticos actuando en función de legisladores y gobernantes, dista -y mucho- de honrar el espíritu del constituyente de origen.
Más allá de la formalidad que enviste a todo evento cívicopatriótico, lo que debería celebrarse es la efectiva vigencia de la Ley de Leyes (Constitución Mexicana) y legislaciones complementarias. Pero en este convulso país por más que fueron elevados a rango constitucional, los derechos humanos protegen mejor al delincuente que al resto de la ciudadanía.
Otro grave ejemplo de ineficacia: Pese a existir constitucionalmente establecido el derecho ciudadano a ganar un salario que permita a cada familia vivir con dignidad, lo cierto es que el burlón ‘mini-maso’ no sirve sino como ‘referencia’ salarial. Hablando al grano, para que cualquier otro pago a jornaleros, obreros y empleados sea también de bajo monto. Obvio, la burocracia -máxime altos nivelessalva dicha pobreza en nóminas, prestaciones, etc., etc. El tema de funcionarios ‘tri’ o sexenales, representantes ‘populares’ y demás mandos electos, es cosa distinta.
Ahí ‘rifa’ el boato de celulares, gasolina de sobra y conocido cuan largo etcétera que incluso negándolo tales ‘sacrificados’ personajes, salta a la vista. Y bien, dijo ‘Juan- Ga’: “Lo que se ve no se pregunta”. En fin, el 5 de febrero es anualmente día inhábil (de ‘fiaca’) donde apenas aquellos laborándolo ganan algo extra. La inmensa mayoría ‘disfruta’ el puente en tareas domésticas o esta vez viendo la beisbolera Serie del Caribe o el “Super- Bowl” (sin degustar aguacate michoacano, claro, por su precio, hoy de ‘artículo de lujo’). Esperamos no caer en cursilería y/o romanticismo nacionalista al plantearle formal llamado a la denominada ‘clase-política’ a reflexionar acerca del destino de la Nación en que seguirán ‘ofreciendo esforzadas’ prácticas políticas que nos han traído al estado de inseguridad, injusticia y nulo crecimiento económico en que innegablemente nos encontramos (diciéndolo campesinamente: “No asesinen la gallina de los huevos de oro”).
La historia patria incluye fechas conmemorables que una sociedad harta de recibir siempre más de lo ‘mesmo’, puede optar a celebrar reeditándolas. Ejemplo, el 20 de noviembre. En este convulso país, los derechos humanos protegen mejor al delincuente que al resto de la ciudadanía. mail: vozcampesina@hotmail.com
