En ocasiones, ciertos manjares pueden llevar a un lugar feliz, tranquilizan por los recuerdos que vienen ligados a ellos o simplemente porque parecen deliciosos, haciendo olvidar por un instante los cambios de clima, las situaciones adversas o un día pesado de trabajo.
En 1997 el diccionario en inglés Oxford acuñó el término “Comfort food” como “Comida que provee consuelo o sentido de bienestar”, refiriéndose a los productos con un alto contenido de azúcar o carbohidratos que hacen sentir bien pero no es recomendable consumir en exceso.
Esto poco a poco se ha ido modificando y hoy se refiere más a la comida que honra los recuerdos, hace sentir como en casa y al mismo tiempo puede ser saludable; por ejemplo, las cremas de verduras, sopas tradicionales, caldo de verduras con pollo preparado a fuego lento, lentejas con arroz que rememoran a las abuelas. También los postres como el arroz con leche, las natillas o un bizcocho recién horneado.
Comfort food define la comida de casa, la tradicional, la que reconforta, la que tiende a proporcionar sensaciones agradables que no sólo actúan en el paladar, también proporciona una reacción emocional placentera.
Entre los platillos reconfortantes preferidos de los mexicalenses se encuentran la comida china, todo tipo de caldos, enchiladas y otras preparaciones más personales, a continuación algunos de los favoritos de nuestros lectores.
Para Cristina Zavala, la torta de elote es sinónimo de ocasión especial, ya que su madre la prepara y le queda deliciosa, siempre la recuerda cuando la come.
Adla Vivó comentó que el caldo de res con arroz rojo le trae memorias de la casa de su abuela y la crema de almeja cuando viaja a Disney.
Para Bertha Guerrero y Luisa Fernanda Mejía, los taquitos de frijoles con tortilla de maíz y media salchicha tostadita dentro es una comida nostálgica.
Jonie externó que las enchiladas estilo Michoacan son sus predilectas, porque su abuelita, mamá y todas sus tías suelen prepararlas. “Siempre me recuerda a ellas y puedo comerme diez sin ningún remordimiento”.
Lasho Maddox, cuyo corazón tiene un pedacito en Sonora, recuerda su tierra con los bigotes de plátano macho frito relleno de queso y frijol, así como para Selene Nevárez el pay de dátil es motivo de reminiscencia. “A mi abuelita le gustaba, pasaba mucho tiempo con ella en su cocina y me enseñaba los platillos con los que ella creció en Sonora”.
Emilia Canett y Kensei Escobedo son fanáticos de la carne en su jugo. “Carne en su jugo y el menudo, es algo que he aprendido a hacer junto con mi mamá. Y aunque lo encuentras facil en cenadurias, siempre le falta ese sabor que tiene el que hacemos aquí”.
Edgar Díaz y Fer López sienten que la sopa de fideos es mágica. “No tengo una explicación concreta pero tanto mi mamá como mi abuela la preparan igual y generalmente si me da nostalgia y me hace pensar en ellas. Sopita de fideos y palomitas, no juntos pero siempre que me siento mal, ya sea física o mentalmente, como una u otra”.
Victor Quiñónez, quien vive al otro lado de la frontera, a veces extraña la comida china mexicalense. “En Calexico no sabe como la de Mexicali, pero es sabrosa, sencilla, familiar, económica y bien reportada. Con un buen té, me hace más llevadero un duro día de trabajo”.
Para Fernanda Campos, las tostadas son el platillo nostálgico por excelencia. “Me transportan a cuando era pequeña y mi mamá nos ponía todo para prepararlas en una mesita a nuestra altura para poderlas alcanzar y decorarlas, nos poniamos muy creativas”.
Mientras para Sergio Trasviña, el pollo frito, puré de papa, mac & cheese y elote dulce es el combo perfecto “Me recuerda a los roadtrips que hacía mi familia”.
Con información de Brenda Vega / El Sol de México
