Más rápido que el viento se almacena la azúcar refinada en diferentes partes de tu cuerpo, si no estás atento con lo que escoges a la hora de sentir hambre.
La comida con azúcar refinada es súper fácil de encontrar en productos empacados y todos los días las personas comen más azúcar de la que necesitan.
Trata de quitarla y todo sabrá insípido, te dolerá la cabeza y andarás de mal humor. Y su prima hermana, harina refinada, es lo mismo, prácticamente se comporta igual dentro de nuestro cuerpo una vez ingerida.
Entra en una tienda de autoservicio y busca diez productos que no contengan azúcar o harina y te garantizo, vas a batallar. Incluso podrás pensar que algunos productos no la contengan, pero sí la pueden tener escondida tras un nombre distinto.
Las personas que no pretenden cuidar su salud no tienen problema porque la consumen sin preocupación a diestra y siniestra, pero los que sí cuidamos nuestra salud y trabajamos para conservarla somos los que batallamos para no consumir azúcar por accidente en productos que creemos que no la tienen.
La azúcar refinada no solo está directamente relacionada con obesidad y todos los males que esto acarrea, también está relacionada con ansiedad, fatiga crónica, desorden de sueño y una lista muy grande de males.
Constantemente me encuentro revisando productos empacados antes de comprarlos, le doy la vuelta a los paquetes y reviso la lista de ingredientes para cerciorarme que no esté ahí o que esté en una mínima cantidad.
¿Deseas encontrar un producto con azúcar?, es muy fácil: Solo busca la palabra “light” o “bajo en grasa” y casi te puedo garantizar que ese producto va contener bastante azúcar.
Armando Sánchez Díaz Medina
Entrenador nutricional, físico y de hábitos
Av. Arista 1568, col. Nueva. 567-00-92