La vida de Randy Romero ha cambiado en los últimos dos años. De estar todavía como jugador de Nuevos Valores con la Liga Amateur, a ser campeón de bateo en la Liga Dominicana de Verano y debutar en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP).
El mexicalense, quien fue firmado por la organización de los Piratas de Pittsburgh en el 2017, lleva dos años en la Liga de Novatos junto a los prospectos de los equipos de Ligas Mayores en la que en este año finalizó como líder de bateo y de bases robadas.
Sus buenos números en el verano, le valieron para que los Venados de Mazatlán lo tuvieran en su campamento y logró quedarse con el equipo.
“Me siento muy orgulloso de lo que se ha venido logrado y muy contento de venir aquí a mi tierra”, dijo durante la visita de los Venados a los Águilas de Mexicali.
Romero debutó el 12 de octubre cuando entró como corredor emergente por Asael Sánchez en el juego que Venados perdió 1-3 ante Tomateros de Culiacán y su primer imparable lo conectó ante los Mayos de Navojoa y además consiguió su primera base robada.
“El día de mi debut fue inolvidable, tanto tiempo soñando para estar en el terreno y con un equipo como Venados de Mazatlán”.
Al ser un pelotero novato, ha intentado aprovechar sus oportunidades en una Liga en la que empieza a notar la diferencia de nivel.
“Hay mucha diferencia, allá es una Liga de formación, aquí es una Liga profesional y hay un gran nivel”, añadió, “ahora tengo que trabajar en lo que sé hacer y enfocarme en los ajustes”.
