Una joven entusiasta se para frente a sus compañeros, Erika Lizette, toma su tambor y empieza a golpearlo con fuerza para animar a su equipo, los Soles de Mexicali.
La noche del pasado miércoles en el Auditorio del Estado se jugó el segundo encuentro por la serie de campeonato de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional y Erika se suma a la batucada que anima a sus jugadores y contagia a los aficionados con sus ritmos pegajosos.
Erika Lizette Armenta Romero, alta y esbelta, no deja de ver la cancha como hipnotizada, en las siguientes dos horas no para de golpear su tambor.
“El deporte me gusta mucho, mi ex novio era parte de la batucada y me invitó a la zona VIP, sí me gustó, pero yo escuchaba el ruidajo de la batucada y le dije ´invítame allá, a mí me gusta estar gritando´, vine un día con la batucada, me gustó, les dije quiero un tambor, la calidez que se vive aquí es muy diferente a cualquier otra zona”, menciona antes de arrancar el partido ante Capitanes.
El tradicional grito de “vamos Soles, que está noche tenemos que ganar”, surge de lo más profundo de los cerca de 100 porristas, Erika está integrada al grupo y pareciera que su energía es interminable.
“El líder es Daniel Chicatti, él nos representa, pero hay otros líderes como Jorge Montaño, Clark Valadez, tienen ocho o nueve años viniendo, apoyando, ¿qué me pidieron?, que me guste el juego, llegar antes del juego, tener disponibilidad y aunque tengas un compromiso tratar de estar la mayor cantidad de juegos”.
“En esta temporada me he perdido cinco o seis juegos, yo practico otro deporte y mis fechas no empataban con los de Soles, siempre estoy una hora antes y me quedo hasta que los jugadores se van”.
Ataviada con una camiseta naranja, sigue gritando y cuando se juega el tercer cuarto, los visitantes siguen al frente, retando a Soles y a su porra -el sexto jugador-.
¿Cómo se preparan, ensayan?
“Practicamos en la casa de alguien, juntamos dinero y vamos a Santo Tomás para comprar los cueros, se hace una cooperación, comprar nuestras camisetas, cooperamos unos 10 ó 15 pesos por juego para comprar cornetas, para hacer la manta y entre todos pagamos eso”.
“Se le puede decir una cortesía, pero si se ponen a costear, lo que gastamos en tambores, camisetas, tambores, bengalas, luces, cartulinas, banderas, todo eso no sale más caro que un aficionado común”.
El grupo cuenta con 47 elementos, pero en cada duelo se les suman amigos, novias, esposos, familia y conocidos.
Pero antes del inicio de una temporada, se reúnen para planear sus gritos y coros.
“Cuando no es temporada nos reunimos una o dos veces para ver qué vamos a hacer en la temporada, se hace un plan, si alguien llega y da ideas, adelante”.
Sus actividades son muchas, es una experimentada jugadora de “paint ball, incluso ha competido a nivel nacional y en los Estados Unidos, es madre y trabaja como auxiliar administrativa en el IMSS.
“Tratamos de respetar al oponente, independientemente de que alguno de la batucada le miente la madre a algún jugador, tratamos de ser siempre respetuosos, obviamente hay jugadores que empatizan más con nosotros, tanto de Soles como de otros equipos, pero la filosofía es apoyar a Soles, no denigrar a los otros”.
Ha viajado a ciudades como Los Ángeles y Chicago en los Estados Unidos, Cancún, Ciudad de México, Oaxtepec y Querétaro para competir en torneos nacionales y en dos meses estará en Matamoros.
El acudir regularmente a los partidos de los Soles le da la facilidad de comentar sobre su rendimiento.
“Soles ya no pudo completar la plantilla como con Justin, me gusta mucho que haya regresado el coach, cometen errores como todos, particularmente se fallan los tiros libre, pero nos han dado muy buenos juegos, me gusta Joseph Soto, esta temporada se ha controlado su carácter, hay jugadores que siguen a pesar de sus lesiones, solo falta que los entrenadores demuestren su mejor estrategia porque los jugadores están con todo”.
¿Conoces a los jugadores?
“Conocidos sí, los sigo en las redes, con los que más me he llevado es con Soto, Luke Martínez es muy agradable, muy sencillo, todos son muy lindos a pesar de que no todos hablan español”.
El encuentro termina, pierden los Soles y la serie se empareja a uno por bando, pero Erika sigue alentando a su equipo con más energía que al inicio, la porra se siente más cerca del basquetbolista en las derrotas, saben que los necesitan más que nunca.
