Héctor Siordia nació en Mazatlán, Sinaloa el 1 de julio de 1948, llegó de niño a estas tierras cachanillas, su padre, don Isidro Siordia, era aficionado al beisbol, de ahí viene su pasión; su mamá, doña Chayito Zendejas, sus hermanos Emilio, Yolanda, Martha, Patricia, Rosario y Teresita.
Héctor aprendió a jugar beisbol en las calles de la Pueblo Nuevo, donde jugaban sin zapatos ni guantes e implementaban el bat con palos de escoba, ellos mismos fabricaban las pelotas con tiras de trapos y las cosían, y cualquier lote baldío era perfecto para jugar.
Recuerda con cariño a Lalo Martínez con quien jugó en el campo de los Bomberos en la calle Cuarta y Querétaro. Jamás olvida al “Che” Arana de quien recibió los primeros consejos de beisbol, él lo enseño a fildear y batear, a quien le agradecerá toda la vida.
“Siempre jugué de primera base, de vez en cuando me subía a la loma y no lo hacía mal, jugué con varios equipos, recuerdo al equipo de los Kiwas, era un trabuco; también jugué con el equipo de Jugos Kern’s, al lado de ‘La Güera’ Salazar y ‘El Tony’ Barajas, Sergio Delgado era el tercera base, en el DUM jugué con el equipo Baja Playing, y en los Súper de Softbol, fui manager, no asistí al nacional por el trabajo, pues era socio de mi padre en el Taller Chapala”, mencionó Don Siordia.
POR SI NO LO VISTE:
Héctor también jugó con el equipo Loma Linda por muchos años, siempre admiró al pitcher Juan Manuel “Conejo” Rodríguez y al jardinero central Memo Barraza,
Comentan que jugó en la Municipal de Softbol, Liga Empresarial, Liga Dominguera y Liga de softbol de Calexico, donde en un juego despachó 3 HR contra el Rancho Llamas y se los atizó a Alex Hurtado.
Actualmente, Héctor goza de su pensión con su amor de toda la vida, Juanita García con quien tuvo tres hijos y dos hijas; además sus nietos Antonio, Alejandro y sobrinos Isidro, José, Julio, Fidel y Miguel
Un beisbolista que jugó con el corazón, lo que le dejó gratos recuerdos y satisfacciones e infinidad de amigos a los que lleva en su mente y alma. Nos comenta que el deporte fue parte de su formación como ser humano, el beisbol es su vida y cómo no serlo, si le va a los Yankees.