La pelea estaba perdida. Los tres jueces llevaban hasta el penúltimo asalto como ganador al boricua Ángel “Tito” Acosta, pero en el último round, Elwin “Pulga” Soto protagonizó un gran regreso y se convirtió en campeón del mundo.
Soto se encargó de poner aquella noche de viernes 21 de junio del 2019 al puerto de San Felipe en el mapa. Se proclamaba campeón mundial de peso Minimosca por la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en el Fantasy Spring Casino de Indio, California.
“Este cinturón significa mucho, se lo dedico a mi esquina, mi familia y todo San Felipe”, declaró en aquel momento un eufórico Soto que, contra todo pronóstico, daba otra de las campanadas del año.
Surgido del programa de Olimpiada Nacional, ya había dado buenas presentaciones previas, pero fue en el combate ante “Tito” Acosta el que le cambió la vida por completo.
Ese combate lo inició dominante los primeros asaltos, pero a partir del quinto episodio empezó a perder el control de la pelea.
Hubo un momento, hasta el onceavo round, en el que los tres jueces tenían tarjetas de 105-103, 106-102 y 107-101, todas a favor del boricua.
“Yo pensé que iba a perder la pelea, pero gracias a Dios se dio ese golpe y pude parar la pelea”.
En el último asalto cerró las salidas de su rival, lo llevó a las cuerdas y le conectó un zurdazo que lo envió a la lona y obligó al réferi a detener el combate.
Después de ese histórico triunfo, Soto ya realizó la primera defensa al derrotar a Edward Heno y este 2020 fulminó en el primer asalto a Javier Rendón.
Los planes para el oriundo de San Felipe son regresar pronto a la actividad en la serie de funciones que organizará Zanfer a puerta cerrada en la Ciudad de México.
