La constante pregunta de qué habría pasado si no se hubiera lesionado aún resuena en la cabeza de Luis Juárez, quien después de dos temporadas de ausencia, está de regreso para jugar en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) con los Águilas de Mexicali.
“Tenía muchas cosas en mente, tengo muchos sueños, ilusiones. Sé que lo puedo lograr, nunca es tarde para ello”, dijo en conferencia de prensa al concluir la primera semana en la que reportó al campamento del equipo.
“No me hubiese gustado tener esas lesiones que marcaron mi carrera, pero ni voltear para atrás es bueno, estamos listos, los tiempos de Dios son perfectos y sé que va a venir algo bueno. Listo para enfrentar cualquier reto que venga”.
Durante dos años consecutivos, las lesiones orillaron a que Juárez no pudiera reportar con Mexicali, equipo con el que venía de conquistar un cetro de bateo y el campeonato en la campaña 2016-17.
Juárez jugó por última vez en 2019 con los Leones de Yucatán en la Liga Mexicana de Beisbol y tras una cirugía en la espalda, poco a poco ha retomado el ritmo de trabajo para volver a ser el bateador que era antes de las lesiones.
“Me siento bien, me siento fuerte, dejando atrás todo este pasado de lesiones que para mi ha sido complicado”, dijo, “me siento fuerte, seguro de lo que estoy haciendo, venía haciendo un trabajo fuerte, más enfocado en condición física”.
Después de iniciar su carrera como receptor, el mejor momento ofensivo del sinaloense en el circuito invernal vino a partir de la temporada 2014-15 cuando empezó a elevar su promedio de bateo y a producir más carreras.
Sin embargo, la nueva versión de Juárez recuperado de lesiones, puede traer diferentes hábitos al momento de batear.
“He tratado de hacer más movilidad, ser un poco más flexible, habrá días que tendré un ángulo más arriba, otros más abajo. Estoy haciendo todo tipo de ajustes, no sabemos si lo que derivó mis lesiones fue el movimiento natural a la hora de batear o si simplemente pasó”.
Por lo tanto, esos ajustes los hace aunque sepa que se pueda convertir en un bateador diferente. “Estamos trabajando a como nos vayamos sintiendo, sé que agachado tengo más poder, pero vamos a variar un poco más en eso”.
