-Maravillas naturales con agua del Río Colorado y nativos
Algunas personas piensan que si se bebe agua de un sitio, sepodrá regresar y eso fue lo que experimentaron, pues en módulosdispuestos por todo el parque se suministraba agua de un manantial,agua del Río Colorado pura y con un sabor dulce que refrescaba elpaladar, pero sobre todo dejaba una sensación de ser parte de estesitio.
A pesar de los millares de personas que se reciben, se mantieneun sistema para reutilizar el agua que se tiene en los baños delsitio a fin de poder aprovechar el agua en su máximo potencialcomo ejemplo del cuidado que debe tener con el agua, vitallíquido.
Otra de las maravillas que se tienen en este sitio son losmiradores, donde las personas aprovechan para tomar la fotografíadel recuerdo, pero cabe mencionar que no expresa la real belleza deEl Gran Cañón, pues su olor, la brisa en la cima, la sombra delas nubes y las ramas silbando al ritmo de una brisa complementanuna experiencia sensorial sin igual. Entre las oportunidades que setuvieron, fue el avistamiento de dos hembras de borrego cimarrón,las cuales parecían estar acompañadas de un macho y una hembramás.
Bajo un mirador en una roca en forma de pedestal tomaron el soleste par de hembras que fueron fotografiadas por los cachanillasviajeros, quienes tuvieron la oportunidad de ver a centímetrosejemplares de ciervo canadiense entre los caminos del centro deatención. Sin embargo, también se cuenta con fauna como pumas,ardillas, coyotes, lagartos, serpientes y aves, entre otras queforman parte de este inmenso ecosistema afortunado por contar conuna fuente de agua que ayuda a dar vida.
-Reto cumplido
Ese mismo sábado, después de posar para la fotografía degrupo, “Vámonos de Camping” emprendió la distribución deciclistas y senderistas quienes se vieron a las 18:00 horas en elpunto de partida, el estacionamiento del centro de atención.
A pie o en pedales, los turistas cachanillas vivieron laexperiencia de un silencio atractivo, ese que no aburre, puespermite que disfruten cada respiración, observe su alrededor ypoder comprender la grandeza de la naturaleza antes de que el serhumano adaptara estos sitios icónicos.
Se podría describir como una belleza indomable, donde losviajeros sienten la sensación de ser retados por cada sendero,pues impone la presencia del rojo suelo que empolva las botas ytenis, que hace crujir con las llantas o bastones de senderismo,pero que da la vitalidad para seguir adelante.
Con la meta cumplida y el aliento en algunos ausente se retornóal estacionamiento, para así partir a un parque donde se acampó,inundándose por el olor a las hamburguesas con papas fritas, quefueron la medalla de los ganadores, quienes brindaron con un vasode refresco para después compartir sus experiencias como algúndesvío de ruta y la oportunidad de conversar con extranjeros.
Una noche de estrellas despidió ese gran día en que seconquistó El Gran Cañón, donde solo los más audaces puedendecir que el dolor de piernas, cama de pasto con una fría velada,dejaron en la mente más sueños de lo que pensaron pagaría esegran recorrido hacia Arizona.
-Disfrutando aguas del Río Colorado en Sedona
Al siguiente día, Sedona fue una de las paradas obligadas y suscañones dejaron atrás al Parque Nacional, generando nostalgiaentre los viajeros que tuvieron la oportunidad de bajar a lospequeños riachuelos que se dejaban ver por la carretera absorbidacon los árboles.
Una vez abajo de los vehículos, se adentraron al agua donde laspresas de castores sirvieron para soportar su peso y caminar sobreagua donde pequeños langostinos y sanguijuelas provocaba un efectovisual como si las piedras de río tuvieran vida.
A sus orillas las rojizas piedras fueron camas de sol que norobaron atención a todo el ambiente, donde las frías aguassirvieron de aliciente para las doloridas piernas, recuperandofuerzas de quienes se adentraron para seguir caminando río arribaentre piedras y la corriente moderada del agua.
Con experiencias en el corazón y la memoria del teléfono llenade tanto capturar imágenes, este viaje cambió la vida de losviajeros cachanillas, quienes prometieron regresar para seguiralimentando esa fuerza interior que exige a todo buen aventureroacumular experiencias de vida y no materiales, con las cualesalimentan sus ganas de vivir.