Debido a que por lo menos a corto plazo no se prevé una recuperación en los niveles del Lago Mead, los recortes a la asignación de agua a México a través del Río Colorado podrían ser más fuertes, lo que irremediablemente afectará a Tijuana, expuso Alfonso Cortés Lara.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) dio a conocer que por primera vez en el tratado de aguas entre México y Estados Unidos, se detonó el primer recorte del suministro, que será de 62 millones de metros cúbicos (mm3), más un ahorro forzoso de 37 mm3, lo que suma 99 mm3.
El investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), señaló que existe una jerarquización en el destino del agua para casos como este, siendo prioridad el consumo humano, por lo que al momento, no se verán afectadas las ciudades.
Es así que la agricultura, ganadería y la industria, serían los primeros afectados, por lo que muy al contrario de lo que se dice, de que no pasa nada con el recorte, se deben tomar medidas para tratar de reducir la demanda de agua, así como el uso de tecnología para eficientar el riego.
La situación es que debido a que por diversos motivos se ha dejado de sembrar alrededor de 30 mil hectáreas, los operadores del Distrito de Riego han podido vender estos “excedentes” de agua a la zona costa, particularmente a Tijuana, cuya demanda crece de manera exponencial.
Es decir, estamos hablando que Tijuana recibe a través del acueducto alrededor de 127 mm3 de agua proveniente del Río Colorado, sin embargo, la ciudad adquiere alrededor de 50 mm3 a través del Distrito de Riego 14, por permisos de riego no utilizados.
Sin embargo, de continuar acentuándose la sequía, se incrementarán los recortes así como los ahorros, por lo que los agricultores querrán hacer valer sus derechos de riego, y así, el Distrito de Riego 14, ya no tendría agua excedente para vender a Tijuana.
Sequía
“La tendencia en nuestra cuenca desafortunadamente es de una reducción en los niveles de capa de nieve, que es la fuente de agua de esta región, de todo, pero la capa de nieve es la que determina, cada vez es menor, los inviernos son cada vez con menos nieve, y este es un periodo prolongado de sequía”.
Si tenemos menos capa de nieve en los inviernos, hay menos escurrimientos de agua en las primaveras, pero además las temperaturas se han incrementado, y si tienen menos escurrimientos, hay menos almacenamientos, y esta tendencia a la baja se viene presentando desde 1999.
Reserva
Con respecto a lo manifestado por el secretario del campo del estado, Héctor Haros Encinas, de que no había de qué preocuparse por el recorte, ya que en las presas de Estados Unidos había reservas por 200 mm3 de agua, Cortés Lara señaló que esto es una distorsión de la realidad.
Si bien existe una reserva de más de 200 mm3 de agua, derivada del terremoto del 2010 que azotó a Mexicali que se establece en el acta 219, ya que las tierras no se pudieron utilizar para la siembra, a final de cuantas ese recurso no se puede utilizar, ya que no existe, solo está en papel.
“Sí es un agua mexicana, pero no la podemos usar para fines de utilizarla, no se puede porque es la misma fuente, y está en la misma presa, pero ojalá estuviera en la presa, no está en la presa, la presa está al 34 % de su capacidad, por lo tanto nuestras reservas están en papel”.
Cortés Lara aclaró que esa agua solo la entregarán cuando se recuperen los volúmenes y los niveles en las presas.
