Para Alma Vásquez, quien está al frente de la empresa “Huevos de Rancho Alma de Luna”, sacar adelante la venta de huevos colorados, ha sido gracias al buen trato que se les da a quienes literalmente ponen la materia prima, las gallinas.
Ella junto a su esposo inició el negocio hace seis años con tan solo un corralito con 15 gallinas, sin embargo ahora cuenta con 5 mil de ellas.
Alma no sabía que tenía un excelente producto hasta que sus clientes le expresaron que sus blanquillos permiten tener un huevo estrellado perfecto al ser este fresco y sin un proceso de industrialización.
Ahora, con la capacitación que ha recibido para continuar con su empresa, han perfeccionado el alimento artesanal que se le dan a las gallinas, el cual es producido con granos de maíz y aceite nuevo, en vez del aceite reciclado que utilizan en muchas granjas industrializadas.
“El alimento que nosotros le damos, la cantidad de proteína que tiene, hace que nuestro huevo este más firme, aparte de que está fresco, está firme, la yema está levantada”.
Para evitar el uso de antibióticos, ellos también crean su propio “antídoto” para evitar que las gallinas sufran de alguna enfermedad respiratoria.
“Para no usar antibióticos, nosotros utilizamos una fórmula naturista”
Una política que ha implementado en su vida, pero también al interior de su empresa es que las gallinas deben de tener acceso a la tierra y al sol, con el fin de que puedan sentir que viven junto con la naturaleza, en donde pueden caminar y recibir los minerales que necesitan.
Alma abundó que para que ellas estén sanas, requieren producir vitamina “D” y fijar el calcio, lo cual recibir a través de los rayos de sol, lo cual beneficio al huevo, pero también para ellas mismas.
“Nosotros las tenemos libres para que todo sea natural y se produzcan los nutrientes que debe tener el huevo y que ellas necesitan para estar sanas”.
