Cada vez más las mujeres se han abierto un espacio laboral en lugares donde tradicionalmente no se esperaba, como la soldado auxiliar oficinista Amparo Isabel González Sánchez, quien además de pertenecer al Ejército Mexicano, es madre de dos niños.
Ella es originaria de Mexicali, apenas tiene 27 años y es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California. Actualmente labora como auxiliar del vocero en el área de Comunicación.
Sus dos hijos, Cristian Eduardo, de 6 años y Emilio Alejandro, de 4, están tremendamente orgullosos de decir que su mamá es militar.“Mi hijo grande dice ‘mi mamá es militar’, me presume ante sus amigos, ante cualquier persona y se siente bien padre”.
Desde que ingresó a la milicia consideró que no ha dejado de ser la misma persona de cuando se logró su alta en el 2016, solo ahora es más disciplinada y organizada que antes.
La parte favorita de su trabajo es cuando se lleva a cabo la ceremonia para tomar protesta a los niños que son “Soldados por un día”, en la cual se atiende a aquellos menores que tienen una enfermedad terminal y por un día fungirán como soldados honorarios.
LA VIDA COMO MAMÁ
Su rutina diaria consta de levantarse a las 05:00 horas para preparar a sus hijos y llevarlos a la escuela y a la par de arreglarse para empezar su jornada laboral a las 7:30. A las 14:00 horas sale de trabajar y “y se pone su traje de mamá” para hacerles de comer a Cristian Eduardo y a Emilio Alejandro, para posteriormente ayudarles a hacer la tarea.
El último domingo de cada mes disfrutan de los paseos dominicales que se hacen en el Cuartel Militar, en donde siempre se asombran al poder ingresar a dichas instalaciones. Además disfrutan de jugar futbol con su mamá. “Para todo hay tiempo, mi trabajo, mi casa, mis hijos, porque ahí sí incluimos otro papel más, también juego el papel de hija, entonces siempre trato de estar en todos los ámbitos”.
Incluso, Cristian Eduardo ya le ha informado a su mamá que cuando sea grande tiene el deseo de hacer una carrera militar.
“Lo voy a apoyar hasta donde pueda y lo seguiré apoyando siempre, así como lo hicieron mis padres conmigo”. A las mujeres que tienen el deseo de ser parte de la milicia las invito a integrarse, ya que es un espacio donde pueden desarrollarse en lo profesional y en lo personal.