Aunque a simple vista no parezcan problema, las caídas representan un síndrome entre los adultos mayores, quienes pueden padecer consecuencias graves y son de hecho la causa predominante de lesiones entre ellos.
Para Ernesto García González, médico familiar, los adultos mayores deben considerarse como los más vulnerables dentro del hogar y por ello se deben adaptar condiciones que garanticen su seguridad.
Las consecuencias pueden ir en dos sentidos, por un lado se va a generar una lesión derivada de la caída, pero ese puede ser factor para agravar otra enfermedad que ya esté padeciendo.
Entre población adulta las enfermedades más comunes son el déficit en los principales sentidos como la vista y el oído además de las artritis, artrosis e infecciones de vías urinarias y respiratorias, situaciones que también pueden propiciar caídas, sobre todo las que refieren el desgaste de algunos sentidos.
García González refirió que los pacientes geriátricos necesitan desarrollarse en ambientes tranquilos y siempre en compañía de un familiar o cuidador.
En la casa, indicó, es necesario tener suelos regulares, sin desniveles o al menos propiciar que las actividades de los adultos mayores se lleven a cabo lejos de estas zonas; en caso de tener alfombra es necesario que éstas tengan antiderrapantes para que se mantengan fijas.
Aunque las necesidades son variables, es muy recomendable colocar barras de soporte o pasamanos por ejemplo en los baños y regaderas, también en algunas paredes y cerca de la cama procurar también un apoyo.
El médico recomienda prestar atención al calzado, pues unos zapatos con bases resbalosas serán un peligro latente.
Lo más importante, apuntó, es mantener la casa libre de objetos en el suelo y si es necesario, incentivarlos a utilizar herramientas de apoyo como andaderas o bastones.
DEPRESIÓN, OTRO FACTOR COMÚN
La depresión también puede afectar hasta el 35% de los adultos mayores, especialmente a los varones cuando se enfrentan a la falta de acompañamiento y convivencia con la familia o amigos.
Daniel Millán Alcántara, responsable del Programa de Atención al Envejecimiento, explicó que la depresión es un trastorno del estado de ánimo que requiere atención especializada.
“Muchas veces este padecimiento impacta en la salud y en la funcionalidad de un individuo y también es poco diagnosticado y las personas creen que un estado depresivo es natural en la persona adulta”, explicó el médico familiar.
La depresión suele manifestarse con aspectos diversos como dolor, problemas del sueño, falta de apetito y aislamiento por parte del paciente que deja de hacer actividades que antes eran habituales.
Se incrementa cuando el paciente se encuentra como huésped en una residencia o asilo, ahí aumentan más las posibilidades de tener depresión y muchas veces también la comorbilidad.
En los hombres mayores, el trastorno depresivo puede originarse al perder a la pareja, al recibir un diagnóstico crónico degenerativo como de diabetes y al perder vínculos familiares.