A lo largo de 100 años la comunidad japonesa ha estado presente en suelo cachanilla enriqueciendo con sus rasgos y tradiciones la diversidad cultural que caracteriza a la capital de Baja California.
Ana Kimura Jara es la tercera generación de una familia que migró de Japón hacia México en busca de mejores condiciones de vida siendo su abuelo Pablo Kimura quien llegó al país en la época de 1910, su nombre mexicano se debió a que en el momento de legalizar su estancia le pidieron que adoptara un nombre cristiano.
La presencia de los japoneses en México se remonta a 1613 cuando un primer grupo de estos ciudadanos desembarcó en el puerto de Acapulco, siendo este el primer paso para la instalación de la primera colonia procedente de Japón establecida en México.
Para 1939 en Mexicali ya había un buen número de familias japonesas emprendiendo negocios, sin embargo al estallar la Segunda Guerra Mundial debieron trasladarse a la Ciudad de México.
“La instrucción era concentrarse todos en la Ciudad de México, era obligatorio y por eso muchas de esas familias debieron abandonar sus hogares y negocios, cuando termina la guerra los migrantes pudieron volver”.
A través de la Asociación Japonesa establecida en Mexicali hace más de 50 años, el año pasado se contabilizaron 300 personas de origen o descendencia japonesa radicadas en la ciudad.
Comparten cultura y educación
Ana Kimura Jara preside por tercera ocasión la asociación a través de la cual se divulga y se comparte con los mexicalenses los rasgos de la cultura japonesa.
“Buscamos siempre tener apertura, la relación con Mexicali es buena y no sentimos aislados o separados, sino como una sola comunidad”.
En las instalaciones de la Asociación Japonesa en Mexicali, ubicadas en la calle Carpinteros de la colonia Industrial, se ofrecen clases de japonés, inglés, karate, danza y caligrafía japonesa, además hay cursos de cocina abiertos para toda la población.
Algunas maquiladoras establecidas en la ciudad han aprovechado la oferta académica de la asociación para capacitar a su personal en el idioma japonés con la intención de favorecer la relación con el mercado de aquel país.