En esta fecha, el Panteón Municipal número 1 no fue muy socorrido, pero la tranquilidad del momento se vio de pronto interrumpida por una alegre música de banda que traspasaba entre las lápidas.
Se trata de la familia Gaxiola Álvarez, quien con un modesto pero potente radio, puso la alegría en el camposanto, mientras degustaban unas bebidas ambarinas frente a la lápida de su madre y la de su hermano, ya que donde se encuentra la de su padre, no hay sombra que proteja.
Socorro, quien tomó la palabra, comentó que en total fueron 10 hermanos y a la fecha suman como 30 nietos.
Es muy común que vengan a visitar a sus parientes al panteón, lo hacen cada 3 meses, donde a la sombra de un árbol se reúne la familia para recordar los buenos viejos tiempos, así como la alegría de su padre, Miguel Ángel Gaxiola Hernández, fallecido aproximadamente hace 22 años.
Miguel Ángel se dedicó a vender raspados y golosinas en el parque del mariachi, con lo que pudo sacar adelante a su numerosa familia proveniente de Sinaloa.
Enviaba a sus hijos por chiles y tomates al mercado Braulio Maldonado,
Lo que recuerdan con más cariño, eran las reuniones familiares sabatinas y dominicales, ya que se trataba de una persona muy alegre y bailadora, donde no faltaban los frijoles con queso y tortillas de harina.
Hoy recuerdan al jefe de su familia con cariño y respeto, pero sobre todo, con admiración.
