A raíz del altercado que sufrió Madres Buscadoras de Sonora el domingo en Puerto Peñasco, en el que un grupo armado las amedrentó para que desistieran de hacer sus labores, el grupo no volverá a trabajar en el municipio. Cecilia Flores Armenta, representante del colectivo, relató que tenían conocimiento de la existencia de restos humanos en esa área, por lo que hablaron al 911 con el propósito de tener seguridad, sin embargo llegaron dos patrullas de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC).
De una de ellas bajó un oficial, el cual pidió el nombre de la buscadora y una vez que lo obtuvo, se retiró casi de inmediato con la excusa de que su vehículo sufrió una ponchadura en una de las llantas. No pasaron cinco minutos cuando dos carros llegaron al lugar donde estaban trabajando Madres Buscadoras y de ellos descendieron hombres fuertemente armados, quienes pidieron a las mujeres tirarse al suelo mientras preguntaban por Flores Armenta.
“Lo que ellos llevaban era un recado para mí, decirme que ya no me querían en Puerto Peñasco, que ya no hiciera búsqueda en Puerto Peñasco, que ya no estuviera sacando esa escoria que estaba enterrada que porque ellos eran puros delincuentes que habían matado y habían violado”, manifestó. Los hombres, todos encapuchados, nunca tuvieron intención de agredirlas de alguna forma, por lo que las dejaron ir con la condición de no acercarse a Peñasco.