Cuando la señora Guadalupe Negrete estaba a punto de sepultar los restos de su madre en el panteón Sonora se percató junto con su familia de que en el féretro no había ningún cuerpo.
Los deudos contrataron los servicios de la Funeraria San José, ubicada en la calle F y fue una de las personas que ayudaban en el sepelio, quien se percató de que en la caja no estaban los restos de la señora Eva Negrete.
La hija de la fallecida narró que al notar que no había peso en la caja decidieron abrirla aún cuando se suponía estaba sellada, tal como se recomienda en estos momentos por la contingencia sanitaria.
“La llevamos a misa para que recibiera la bendición e hicimos el recorrido, pero con una caja vacía, no había nada y lo notamos cuando una persona dijo que no pesaba nada el cajón”.
Los afectados se comunicaron con la funeraria donde reconocieron que había sido un error y en ese mismo momento les enviaron una carroza con el cuerpo de la señora fallecida, por lo que la familia debió esperar para entonces sí realizar la sepultura.
“Aún con nuestro dolor todavía esto, fue un error muy lamentable para nosotros ver que no estaba el cuerpo de mi madre”.
A modo de disculpa, el negocio envió a un sacerdote para que diera la bendición al cuerpo antes del entierro.
