Aunque fue progresivo, para Miguel Ángel fue casi de un día para otro que se volvió imposible realizar actividades que antes no requerían mayor esfuerzo cómo vestirse, comer o incluso escribir. En su caso, el diagnóstico de Parkinson llegó sorpresivamente hace dos años y desde entonces ha significado un cambio drástico de vida para él y la familia.
“Cambia todo, todos los días son un reto porque al ser una enfermedad progresiva ves como tu papá va perdiendo cierta habilidad para hacer cosas que antes dominaba o que son habituales como lavarse los dientes”, narra su hija que lo asiste a diario. José Enrique Gámez Buenrostro, médico, explica que el Parkinson se produce por una falla cerebral que provoca la pérdida de las neuronas encargadas de producir dopamina, el neurotransmisor que modula la actividad del movimiento.
De ahí que los tratamientos se encaminan a sustituir la dopamina o dar algo que se transforme en esta molécula para compensar su insuficiencia. Aparte de los signos característicos como la lentitud de movimientos, rigidez, alteración de los reflejos posturales y el temblor, el paciente también enfrenta dificultad para articular el lenguaje, tienen menos parpadeo y pobre expresión facial. En Baja California el diagnóstico de este padecimiento se ha redoblado.
De acuerdo con la Secretaría de Salud en el 2017 se diagnosticó con Parkinson a 8.47 personas por cada 100 mil habitantes cuando en 1990 se encontraban 4.87 casos por la misma cantidad de pobladores. Gámez Buenrostro señaló que la población más afectada es la de 80 años o más y predomina mayormente en varones; aunque en menor frecuencia, también pueden encontrarse casos en personas menores de 40 y se denomina Parkinson juvenil.
Signos tempranos
El profesional de la salud indicó que hablar de Parkinson es hacer alusión a una enfermedad progresiva, degenerativa y crónica. Sus síntomas iniciales son tan generales que podría dificultarse el diagnóstico médico. “La mayoría de los pacientes empiezan con síntomas no motores como disminución del olfato, estreñimiento o depresión, esto es tan común a nadie se le ocurriría pensar que sean síntomas iniciales de Parkinson”.
Otros signos tempranos son cambios en la postura del paciente que tiende a inclinarse al caminar y sus pasos se van haciendo más cortos.
El Parkinson fue diagnosticado por primera vez hace 100 años y hasta ahora no se ha descubierto una cura aunque se combate con tratamientos y terapias físicas.