A pesar de que la capital de Baja California es catalogada como una ciudad industrial, las empresas incluyentes que ofrecen vacantes y sitios aptos para trabajadores con discapacidad, son escasas, pues a la fecha hay registro de solo 30. Estas empresas deben contar con espacios físicos adecuados y con personal sensibilizado para contratar personas de la tercera edad o con algún tipo de discapacidad, garantizando las condiciones laborales.
Diecisiete de estas compañías participaron en una Feria de Empleo enfocada a la población que más dificultad tiene para colocarse en un trabajo formal. Ana María Valenciana Hernández, coordinadora de Vinculación Laboral en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en el Estado (STPS), indicó que para lograr esta certificación las empresas deben adecuar sus espacios físicos, por ejemplo colocando rampas de acceso y espacios amplios en el lugar que ocupará el trabajador, así como en los sanitarios.
“También implica al personal que se capacita sobre el trato que deben dar, la Secretaría hace una verificación diaria a la empresa para comprobar que está adecuada para certificar”.
LA OFERTA
Poco más de 600 vacantes se ofrecieron durante la Feria que celebró la STPS junto al Servicio Nacional del Empleo. Diecisiete empresas certificadas como incluyentes se instalaron para recibir solicitudes de trabajo para diversas labores, desde operadores hasta auxiliares administrativos. La mayor afluencia fue la de adultos mayores, tanto hombres como mujeres, interesados en colocarse en un empleo dentro de la formalidad.
Dentro de la propia Feria se proporcionaron las solicitudes de empleo y se llevaron a cabo las primeras entrevistas entre contratantes y buscadores. La responsable de Vinculación Laboral en la STPS destacó que obtener una certificación como incluyentes es un acto voluntario de las empresas.
NUNCA ME DABAN TRABAJO
Para Eugenio Joel García Gómez el conseguir trabajo como discapacitado es prácticamente imposible, pues señala que fueron cientos de puertas laborales las que tuvo que tocar antes de ser contratado. García Gómez tiene una discapacidad auditiva con la que ha vivido desde que era joven, pues solo uno de sus dos oídos le funciona, siempre y cuando utilice su equipo auditivo de recepción y amplificación de señal.
Actualmente trabaja para una empresa dedicada a la producción del maíz donde su discapacidad no representa un problema, pues trabaja en el área de máquinas donde incluso sus compañeros tienen que utilizar tapa oídos. Explica que fue gracias a una doctora que lo ayudó en su penúltimo empleo, pues lo ayudó a diagnosticar con mayor detalle su problema y dar solución al mismo, logrando conseguir y colocarle un aparato auditivo.