/ sábado 1 de agosto de 2020

Faltan medicinas para salud mental

Es un problema que no tendrá solución a corto plazo, asegura el secretario de Salud en el estado

Desde hace dos años es difícil obtener el medicamento psiquiátrico que requiere el matrimonio de Blanca Miranda y Reynaldo Albores, ambos están diagnosticados con trastorno de depresión, pánico y ansiedad severa por el Instituto de Psiquiatría, pero únicamente los apoyan con consultas y les entregan recetas para que se surtan de los medicamentos de control que necesitan.

“Es que la verdad es una desesperación ya dos años sin medicamento, hemos estado gastando nosotros en comprarlo, no tenemos dinero”, dijo la señora Blanca.

La salud mental de este matrimonio de la tercera edad ha empeorado con el paso de pandemia del coronavirus, pues no pueden trabajar en la venta ambulante y el confinamiento provocó crisis nerviosa porque en ocasiones no tienen dinero para solventar gastos de comida, mucho menos para comprar sus medicamentos que promedio cuestan cuatro mil pesos al mes, pastillas como Imipramina, Alprazolam y Clonazepam.



“Nosotros nos dedicamos a vender cositas y no podemos salir a vender, entonces y luego él -mi esposo-, como es discapacitado, pues cómo nos movemos. Es Imipramina y Alprazolam, y es que yo gasto para mi diabetes y para mi presión alta, porque no hay medicinas en los centros de salud", comentó Blanca Miranda.

Sumado a los padecimientos mentales, también tienen enfermedades de la edad como diabetes, hipertensión y a Reynaldo, de 65 años, se le dificulta caminar y tienen un hijo adulto con una discapacidad.

“Estamos cayendo en depresión, yo estoy viendo que mi marido está cayendo y qué vamos a hacer porque nadie nos puede ayudar”, preocupada señaló Blanca.

La falta de medicamento para pacientes diagnosticados con trastornos mentales es un problema y que no tendrá solución a corto plazo, según el secretario de Salud en el estado, Alonso Pérez Rico, dijo que los esfuerzos financieros del sector salud son encaminados a combatir la pandemia del coronavirus.

“Ahorita el Hospital General de Tijuana está enfocado muchísimo en el Covid, por ejemplo, salud mental y todas las demás cirugías y consultas que acabamos de decir que van a reiniciar, pues ahí tendríamos que ver. Salud mental es un reto, porque los pacientes son de difícil seguimiento y no nada más de seguimiento, sino difíciles de control, porque tenemos que estar muy puntual con sus citas, no pueden fallar a una cita porque se descompensan, ahorita en este momento, salud mental es muy importante, sin embargo, el enfoque es Covid”, dijo Pérez Rico.



La pandemia no solo ha dejado la enfermedad del coronavirus, también trajo trastornos mentales en la población de Baja California y es que de acuerdo con los reportes del Instituto de Psiquiatría en Baja California, se han triplicados las atenciones médicas de psiquiatría, informó Víctor Salvador Rico Hernández, director general del instituto.

“Ahora sí están en un caldo de cultivo, porque las personas tienen que estar confinadas y enfrentan problemas económicos y la incertidumbre de que no sabemos cuándo va a terminar todos esto -de la pandemia- y aquellos que tienen factores para una enfermedad -mental- son vulnerables y se ha visto reflejado en las atenciones”.

Víctor Salvador Rico Hernández detalló que se dispararon los ingresos en el área de urgencias en el Hospital de Psiquiatría, y en promedio se tenían 300 ingresos de pacientes en crisis por mes, desde que inició el confinamiento de mayo a julio fueron ingresados más de tres mil pacientes en el Hospital Psiquiátrico de Mexicali, abierto las 24 horas del día y los 365 días del año.

“La próxima pandemia va a ser la de salud mental, es decir, ahorita empiezan a aumentar los síntomas ansiosos y depresivos”, señaló Rico Hernández.



Los ingresos de hospitalizaciones en las áreas de emergencias de estos tres mil pacientes fueron principalmente por psicosis, que engloba a pacientes con esquizofrenia, trastorno afectivo bipolar en fase de manía y depresiones con intentos suicidas.

Cuando los pacientes tienen crisis suicidas o que está un peligro a su integridad por su trastorno mental, son hospitalizados en Mexicali y una vez estabilizados del cuadro agudo, después son dados de alta para continuar con el tratamiento a través de consulta externa, que puede ser con medicamento farmacológicos y/o un manejo psicoterapéutico, un tratamiento que puede durar como mínimo seis meses.

Pero el medicamento psiquiátrico que era solventado por el Seguro Popular dejó de llegar a Baja California desde su disolución este año y ahora tiene que ser proporcionado con el Instituto Nacional del Bienestar (Insabi), informó el director de psiquiatría.

“Estamos buscando el convenio para que Insabi dé los medicamentos, se atravesó esto de la pandemia y se retrasó ese convenio, pero la próxima semana ya se va a firmar ese convenio y podremos accesar a ese medicamento”, dijo el psiquiatra Víctor Rico.

Baja California cuenta con tres unidades médicas; el Hospital de Psiquiatría en Mexicali, dos consultorios en Tijuana en la calle Maclovio Herrera de la colonia Francisco Villa y en Ensenada sobre la avenida Floresta en la Zona Centro, se atienden a pacientes en un horario de 7:00 a 15:00 horas.



Durante el 2019, el Instituto de Psiquiatría de Baja California atendió más de 80 mil consultas y en promedio más de 760 internamientos ese año en el hospital psiquiátrico, cifra superadas en los últimos tres meses y que rompió récord con tres mil hospitalizaciones de emergencia, en la actualidad el hospital psiquiátrico atiende 60 pacientes mentales.

“Ahorita con la situación, estamos rebasados, pero ahorita la intención no es abrir más hospitales psiquiátricos, es incorporarnos a los hospitales generales, bueno, los hospitales están convertidos en hospitales covid, pero cuando se vuelva a la nueva normalidad no vamos a incorporarnos a esos hospitales”.

Las enfermedades mentales más frecuentes en Baja California son la depresión y ansiedad, le sigue los trastornos psicóticos, que engloban la esquizofrenia y trastornos secundarios por el uso excesivo de drogas.

El principal problema que enfrenta el Instituto de Psiquiatría es el rechazo de la población a tratarse padecimientos mentales, porque es un tema estigmatizado y pueden pasar hasta siete años para que un paciente reciba atención médica y llegan con un deteriorado estado de salud mental y los costos médicos se elevan.

“Apoyen a disminuir ese estigma de que es importante la salud mental, de hecho, no hay salud, si no hay salud mental”, finalizo el director de psiquiatría.

Desde hace dos años es difícil obtener el medicamento psiquiátrico que requiere el matrimonio de Blanca Miranda y Reynaldo Albores, ambos están diagnosticados con trastorno de depresión, pánico y ansiedad severa por el Instituto de Psiquiatría, pero únicamente los apoyan con consultas y les entregan recetas para que se surtan de los medicamentos de control que necesitan.

“Es que la verdad es una desesperación ya dos años sin medicamento, hemos estado gastando nosotros en comprarlo, no tenemos dinero”, dijo la señora Blanca.

La salud mental de este matrimonio de la tercera edad ha empeorado con el paso de pandemia del coronavirus, pues no pueden trabajar en la venta ambulante y el confinamiento provocó crisis nerviosa porque en ocasiones no tienen dinero para solventar gastos de comida, mucho menos para comprar sus medicamentos que promedio cuestan cuatro mil pesos al mes, pastillas como Imipramina, Alprazolam y Clonazepam.



“Nosotros nos dedicamos a vender cositas y no podemos salir a vender, entonces y luego él -mi esposo-, como es discapacitado, pues cómo nos movemos. Es Imipramina y Alprazolam, y es que yo gasto para mi diabetes y para mi presión alta, porque no hay medicinas en los centros de salud", comentó Blanca Miranda.

Sumado a los padecimientos mentales, también tienen enfermedades de la edad como diabetes, hipertensión y a Reynaldo, de 65 años, se le dificulta caminar y tienen un hijo adulto con una discapacidad.

“Estamos cayendo en depresión, yo estoy viendo que mi marido está cayendo y qué vamos a hacer porque nadie nos puede ayudar”, preocupada señaló Blanca.

La falta de medicamento para pacientes diagnosticados con trastornos mentales es un problema y que no tendrá solución a corto plazo, según el secretario de Salud en el estado, Alonso Pérez Rico, dijo que los esfuerzos financieros del sector salud son encaminados a combatir la pandemia del coronavirus.

“Ahorita el Hospital General de Tijuana está enfocado muchísimo en el Covid, por ejemplo, salud mental y todas las demás cirugías y consultas que acabamos de decir que van a reiniciar, pues ahí tendríamos que ver. Salud mental es un reto, porque los pacientes son de difícil seguimiento y no nada más de seguimiento, sino difíciles de control, porque tenemos que estar muy puntual con sus citas, no pueden fallar a una cita porque se descompensan, ahorita en este momento, salud mental es muy importante, sin embargo, el enfoque es Covid”, dijo Pérez Rico.



La pandemia no solo ha dejado la enfermedad del coronavirus, también trajo trastornos mentales en la población de Baja California y es que de acuerdo con los reportes del Instituto de Psiquiatría en Baja California, se han triplicados las atenciones médicas de psiquiatría, informó Víctor Salvador Rico Hernández, director general del instituto.

“Ahora sí están en un caldo de cultivo, porque las personas tienen que estar confinadas y enfrentan problemas económicos y la incertidumbre de que no sabemos cuándo va a terminar todos esto -de la pandemia- y aquellos que tienen factores para una enfermedad -mental- son vulnerables y se ha visto reflejado en las atenciones”.

Víctor Salvador Rico Hernández detalló que se dispararon los ingresos en el área de urgencias en el Hospital de Psiquiatría, y en promedio se tenían 300 ingresos de pacientes en crisis por mes, desde que inició el confinamiento de mayo a julio fueron ingresados más de tres mil pacientes en el Hospital Psiquiátrico de Mexicali, abierto las 24 horas del día y los 365 días del año.

“La próxima pandemia va a ser la de salud mental, es decir, ahorita empiezan a aumentar los síntomas ansiosos y depresivos”, señaló Rico Hernández.



Los ingresos de hospitalizaciones en las áreas de emergencias de estos tres mil pacientes fueron principalmente por psicosis, que engloba a pacientes con esquizofrenia, trastorno afectivo bipolar en fase de manía y depresiones con intentos suicidas.

Cuando los pacientes tienen crisis suicidas o que está un peligro a su integridad por su trastorno mental, son hospitalizados en Mexicali y una vez estabilizados del cuadro agudo, después son dados de alta para continuar con el tratamiento a través de consulta externa, que puede ser con medicamento farmacológicos y/o un manejo psicoterapéutico, un tratamiento que puede durar como mínimo seis meses.

Pero el medicamento psiquiátrico que era solventado por el Seguro Popular dejó de llegar a Baja California desde su disolución este año y ahora tiene que ser proporcionado con el Instituto Nacional del Bienestar (Insabi), informó el director de psiquiatría.

“Estamos buscando el convenio para que Insabi dé los medicamentos, se atravesó esto de la pandemia y se retrasó ese convenio, pero la próxima semana ya se va a firmar ese convenio y podremos accesar a ese medicamento”, dijo el psiquiatra Víctor Rico.

Baja California cuenta con tres unidades médicas; el Hospital de Psiquiatría en Mexicali, dos consultorios en Tijuana en la calle Maclovio Herrera de la colonia Francisco Villa y en Ensenada sobre la avenida Floresta en la Zona Centro, se atienden a pacientes en un horario de 7:00 a 15:00 horas.



Durante el 2019, el Instituto de Psiquiatría de Baja California atendió más de 80 mil consultas y en promedio más de 760 internamientos ese año en el hospital psiquiátrico, cifra superadas en los últimos tres meses y que rompió récord con tres mil hospitalizaciones de emergencia, en la actualidad el hospital psiquiátrico atiende 60 pacientes mentales.

“Ahorita con la situación, estamos rebasados, pero ahorita la intención no es abrir más hospitales psiquiátricos, es incorporarnos a los hospitales generales, bueno, los hospitales están convertidos en hospitales covid, pero cuando se vuelva a la nueva normalidad no vamos a incorporarnos a esos hospitales”.

Las enfermedades mentales más frecuentes en Baja California son la depresión y ansiedad, le sigue los trastornos psicóticos, que engloban la esquizofrenia y trastornos secundarios por el uso excesivo de drogas.

El principal problema que enfrenta el Instituto de Psiquiatría es el rechazo de la población a tratarse padecimientos mentales, porque es un tema estigmatizado y pueden pasar hasta siete años para que un paciente reciba atención médica y llegan con un deteriorado estado de salud mental y los costos médicos se elevan.

“Apoyen a disminuir ese estigma de que es importante la salud mental, de hecho, no hay salud, si no hay salud mental”, finalizo el director de psiquiatría.

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Del INJUVEBC, del Centro Social Cívico y Cultural Riviera de Ensenada, INMUJER de Tecate y del Desarrollo Social Municipal de Tijuana