“Todo ha sido tan duro, tan inesperado, que tuve que tomar la decisión de cerrar” fueron las palabras que Wilfredo Escalona, migrante de Venezuela que decidió vivir en San Luis Río Colorado, compartió en torno al proyecto gastronómico que la contingencia sanitaria le frustró, el cual era una “food truck” que estaba teniendo éxito por sus arepas y que fue dado a conocer por TRIBUNA DE SAN LUIS a mediados de febrero de este año.
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Como se informó, el originario de Mérida (ciudad ubicada en la cordillera de los Andes en el noroeste venezolano) había decidido emprender el negocio en esta ciudad tras sufrir diversos conflictos derivados de problemas sociopolíticos en su país natal, los cuales señaló han permanecido durante más de 20 años y por lo que optó por huir hacia el norte, llegando hasta esta frontera y vivir en plenitud con su esposa.
“La idea era rentar el local de la avenida Guadalupe Victoria y calle 26, el cual es de 100 metros, para prepararlo y entregar la 'lonchera' en la que nos dimos a conocer, por lo que quise ampliarme y usar nuestra visa para surtirnos en Estados Unidos, pero cuando lo intentamos ya no dejaban pasar a turistas ni gente que no fueran ciudadanos”, detalló.
VENTA A DOMICILIO NO FUNCIONÓ
Por lo anterior, Wilfredo empezó a sentir cómo sus ventas estaban cayendo por lo que quiso intentar con la venta a domicilio. Sin embargo, no tuvo éxito.
“El negocio no estaba dando y le dije a mi esposa si trabajábamos a domicilio, cocinar en casa y ahí mismo hacer las ventas, pero no nos dio resultados. La comida sí se ha 'calado' (vendido) y hemos logrado gustar a más personas, aunque no al grado de poder decir que podríamos sobrevivir de eso”.
Todo ha sido tan duro, tan inesperado, que tuve que tomar la decisión de cerrar
Wilfredo Escalona, migrante de Venezuela
A su vez, manifestó que ahora que en Sonora y, por ende, en San Luis Río Colorado se permiten comensales en los restaurantes o puestos de comida debido al cambio del “rojo” al “naranja” en el semáforo epidemiológico nacional no puede abrir debido a que ya no le alcanza el dinero para terminar el local, el cual le cuesta cientos de dólares, ni tampoco para ingredientes.
“Sin generar ganancias es una carga muy pesada que no me deja avanzar y no entrar a Estados Unidos también me afecta para postergar la fecha de apertura, pues mi permiso se vence el 7 de septiembre” aclarando que gran parte de los insumos con los que trabaja en su negocio de las arepas los compran en tiendas de Arizona.
VOLVERÁN A INTENTARLO
Por otra parte, Wilfredo compartió que México tiene mucha riqueza y más ventajas que desventajas, por lo que buscará intentarlo de nuevo a mediados de septiembre, si todo sale como lo planeado, lo que sería el reinicio de su sueño, que es establecer su negocio en este país y luego abrir sucursales en Estados Unidos en donde se ofrezca la sazón venezolana.
“Voy a abrir con lo que tenga. La batalla no es fácil porque hay mucho que pagar. Tenemos que concluir la remodelación del negocio antes de reabrir”, detallando que la idea es dar “el siguiente paso” y convertir el proyecto en un restaurante donde no solo se ofrecerá la arepa, sino que también habrá guisos calientes o fríos, carne en vara, pollo en brasa, hamburguesas, pizzas a la leña y todo lo que un restaurante de su país tiene que ofrecer, creando un pequeño rincón de Venezuela en San Luis Río Colorado.
“De momento, todos estamos bien, gracias a Dios, respetando todas las medidas, protegiendo a los niños y a mi madre de 69 años; hay mucho esfuerzo y ganas. No hemos bajado la guardia, esto es a ensayo y error. Soy una persona muy persistente y cuando quiero algo lo tengo, pero hay cosas en la vida que no dependen de uno”, finalizó.
