Con apenas 17 años, ingresó al Heroico Colegio Militar, sitio donde se forman los comandantes a través de las cinco áreas con las que cuenta el Ejército: Infantería, Caballería, Arma Blindada, Artillería e Ingenieros de Combate.
“Recuerdo que en aquel entonces, participamos entre 12 mil jóvenes de todo el país para ingresar al Colegio Militar; solamente nos quedamos mil doscientos, había centro de exámenes en Hermosillo, Chihuahua, Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México, porque mi hermano estaba en Chihuahua, me fui para allá y seguía con la intensión de hacerme desistir de entrar”
Su hermano, también militar, ya llevaba algún tiempo integrado a las filas del Ejército e intentó en reiteradas ocasiones hacerlo cambiar de parecer.
“Nunca me platicó cómo era, nunca me dijo, solo se reía”
Antigüedad del Sol
Cada una de las antigüedades del Colegio Militar se caracteriza por un distintivo, un apodo, el nombre que se le adjudicó a la generación de Alejandro Galindo fue “La antigüedad del Sol”, misma que es reconocida en varias partes de la República.
“Para poder tomar tus alimentos tenías que decir una oración, no sé si todavía siga, pero tenías que decir la ‘Oración del Potro’, uno de los que estábamos en la mesa debía pedir permiso para poder comer”.
Cuenta la historia que durante la oración ocurrió un altercado que provocó se cambiaran las prácticas anteriores con toda una generación en la que los cadetes antiguos no podían tocar ni ver a los nuevos, de allí su nombre, como el sol, los cadetes no podían ser vistos ni tocados.
Leales entre los leales
“Fue gracias a que ambos compartimos ideologías, formas de pensar, que el general me invitó a encabezar la subdirección, allí prevaleció la formación militar”.
La educación militar es un proceso de transformación física, mental y cultural, de hombres y mujeres que voluntariamente convencidos y comprometidos entregan al país y a sus instituciones su lealtad, capacidades, habilidades, inteligencia y la misma vida si fuese necesario en el cumplimiento de los deberes que impone el servicio de las armas.
“En la entrada del Colegio hay unas letras grandes que dicen LEALTAD, siempre cuando la gente va a salir franco forman una línea, pasan lista, dan novedades y demás su exhorto es: ¡Siempre leales!”
Anteponer el servicio a los intereses particulares, es el sacrificio del soldado mexicano por la Patria; es el cumplimiento del deber en cualquier hora, clima o terreno, sin esperar recompensa alguna, solo la satisfacción del deber cumplido.