Hace un par de años Verónika se presentó en una maquiladora de Mexicali para solicitar empleo y aunque inicialmente fue aceptada, el encargado de personal cambió drásticamente de opinión cuando notó que su apariencia femenina contrastaba con su tono de voz y con los datos de la credencial de elector donde se le veía con aspecto de hombre.
Se trata de la lucha que mantienen las personas transgénero, quienes se reconocen con una identidad distinta al sexo que se les asignó al nacer.
Verónika, desde joven, tuvo claro que se sentía como una mujer por lo que no dudó en utilizar ropa asociada al género femenino para sentirse cómoda, sin embargo terminó enfrentándose a situaciones de estigma y discriminación especialmente en la búsqueda de empleo.
SÍ Y NO
“En aquella ocasión fui a buscar trabajo con la identificación de mi otra identidad que no correspondía a mi imagen, la persona no miró mis papeles y me dijo adelante estás aceptada y cuando escucha mi voz al preguntar si había opciones para superarme dentro de la empresa se acabó, me dijo no te puedo dar el trabajo”.
Aunque le pidieron que pasara con una supervisora para que le explicara los motivos, Verónika decidió retirarse y tomó impulso para cambiar formal y legalmente su identidad, pero para ello debió trasladarse a la Ciudad de México.
Actualmente en Baja California no hay leyes que permitan el cambio de identidad.
“El proceso ha sido bonito y nada tedioso, a todos los institutos que estuve yendo como el Seguro me han tratado bien”.
Verónika tuvo que acudir al Registro Civil de la Ciudad de México para solicitar su cambio de identidad donde obtuvo una nueva acta de nacimiento que ahora sí la identifica como una mujer.
En el 2014, la Ciudad de México reformó su Código Civil para avalar el derecho de las personas al reconocimiento de su identidad de género a través de un proceso administrativo gratuito.
De acuerdo con datos del Registro Civil del centro del país, en los últimos cuatro años se han emitido más de 3 mil 800 actas de cambio de identidad de género.
Después de su nueva acta, Verónika modificó también su credencial de elector y pasaporte.
“El gobierno de México te da un documento para que tu vengas y solicites ocultar tu acta de nacimiento anterior así como tu CURP y de ahí parte todo lo demás”.
Verónika tiene relación cercana con al menos 50 chicas trans que radican en Mexicali y que están en búsqueda de cambiar su identidad.
En meses próximos diversas organizaciones civiles comenzarán una campaña para promover la adecuación de las leyes bajacalifornianas en busca de obtener reconocimiento como ciudadanas.