El chef Alfredo Bellinghieri Conti llegó a principios de los años setenta a San Felipe, atraído por lo que en esa época era el lugar llamado a ser el destino turístico de excelencia en México, por lo que se decidió a adquirir el Hotel Villa del Mar, al que después lo llamó Las Palmas.
Nació en los años 30 en Sicilia, Italia, después emigró a México donde se convirtió en uno de los referentes mundiales en la gastronomía, por su creación que lleva su nombre, la salsa fetuccini Alfredo. Fundó dos restaurantes, “Alfredo” y “La Trucha Vagabunda”, ambos ubicados en la zona rosa de la Ciudad de México, hasta donde llegaban a degustar sus platillos figuras de talla internacional como Charles Aznavour, Burt Lancaster, Nat King Cole, Tony Curtis, Dolores del Río, Emilio “El Indio” Fernández y Jane Mansfield, entre otros.
Al entrar al restaurante que se encuentra en el Hotel, se encuentran fotos del chef con artistas de cine, en un estudio de televisión con el periodista Jacobo Zabludovzki, entre otros.Pero sin duda, la que más llama la atención es en la que aparece con un conocido personaje, ícono del cine mundial.Se trata ni más ni menos que de la mismísima Marilyn Monroe, tomada en una de sus visitas a la Ciudad de México, aquel lejano año de 1962.
En una plática sostenida hace algunos años con Bellinghieri Conti, comentó que en aquella ocasión la estrella de cine visitó México para comprar algunos muebles antiguos, y pidió recomendaciones para ir a comer.Le recomendaron el restaurante Alfredo, en aquel entonces de su propiedad.
Fue ahí donde atendió a Marilyn y se tomó la foto que ahora luce en el restaurante del hotel que lleva el nombre de su hija, la chef Palma, que ahora vive en San Diego, California.Alfredo Bellinghieri falleció hace un par de años y no pudo ver realizado su sueño de ver a San Felipe como un referente nacional en turismo, a pesar de tener un plan para ello, el cual envió a presidentes de la República, sin que alguno de ellos hiciera eco a sus intenciones.
Sin embargo, ha sido uno de los promotores emblemáticos del puerto, que dejó su nombre plasmado a uno de los platillos más populares de la cocina internacional.