/ domingo 7 de marzo de 2021

Mujeres ocupan menos puestos de poder; persiste patriarcado

Para que ellas puedan participar en puestos de liderazgo, se enfrentan a una resistencia ocasionada por el sistema patriarcal que persiste en la sociedad, pues los roles de género en hombres y mujeres siguen siendo algo rígidos, explica catedrática de la UABC

Aunque en la actualidad existe una mayor participación de las mujeres en cargos relacionados al poder, sigue existiendo un límite que nos les permite llegar a ciertos puestos, lo cual se debe al rol que la sociedad le ha impuesto a la mujer al considerar que ellas deben de dedicarse en temas relacionados al espacio privado y a su rol familiar y reproductivo, mientras que se considera que el espacio público es para los hombres.

Areli Veloz Contreras, doctora investigadora del Instituto de Investigaciones Culturales de la Universidad Autónoma de Baja California y experta en temas de género, explicó que al tratar de acceder a puestos de poder, existe una resistencia al cambio en cuanto a los roles de género en los hombres y las mujeres, los cuales siguen siendo algo rígidos.

Existe el concepto del llamado techo de cristal, en el que se refiere a aquellas normas no escritas que evitan que al interior de las instituciones no se les permita llegar a las mujeres a cargos de dirección. Por ejemplo, puede que actualmente, las mujeres sean regidoras, presidentas municipales y ahora gobernadoras, pero sigue sin haber una rectora en el caso de la universidad local, o incluso una presidenta de república.

Desde los noventa, mencionó que se ha creado la institucionalización del género, en el que se han incorporado leyes que deben de garantizar un piso homogéneo para que las mujeres tengan herramientas y puedan tener acceso estos puestos de poder, siendo esto las cuotas de género y los puestos por paridad, no obstante, siguen existiendo problemas para que exista igualdad.

En los últimos cincuenta años se ha redefinido el rol de la mujer al ser más activa en los mercados de trabajo, sin embargo esta participación ha sido problemática ya que con esto, se ven obligadas a salir del hogar y cumplimos otros roles fuera de él.

Otro problema es que en el ámbito laboral se les siguen dando roles que se asocian a lo femenino, puntualizó la experta. Por ejemplo, en los cargos públicos, se les asocia sobre todo a aquellas dependencias relacionadas a temas sociales o al cuidado, mientras que las dependencias de temas de economía y finanzas siguen siendo mayoritariamente ocupados esos puestos por hombres.


Además, en las dependencias que manejan temas sociales, se les destina menos recursos económicos, resaltó.

“Aunque las mujeres accedan a espacios políticos, también ahí dentro del espacio político se suele otra vez ramificar en los espacios que ocupan las mujeres y los hombres”.

“Finanzas, economía, turismo siempre van a tener más recursos económicos que los temas sociales”.

ESTAR EN UN CARGO DE PODER

Otro problema que se afrontan las mujeres al dedicarse a un puesto que está en la esfera pública, expresó Veloz, es que al contar con este tipo de trabajo, esto le causa conflictos con la familia, porque siguen atadas a su trabajo reproductivo y el cuidado de los hijos.

Si las mujeres no cuentan con el apoyo de sus parejas o familias, se les hace sumamente complicado dedicarse a un puesto de poder, ya que estos son claramente demandantes.

A esto se le suma que pese que existe una mayor equidad de género, los hombres no han asumido un trabajo equitativo dentro del hogar.

“Tiene que ver por un lado con el no querer perder privilegios y la participación de las mujeres en el espacio público y de la paridad de género y de poder integrarnos a un mejor salario a pesar de que no lo tenemos, pero de pelear por mejores salarios o igualitarios, todo esto quita privilegios a ciertas personas”

“Claro que es un privilegio tener en tu casa alguien que te haga de comer, que te apapache cuando llegues de tu trabajo súper cansado y cuando ya no la tienes, pues son privilegios que tenían y que tus abuelos tenían y demás que se van quitando y hay reacciones a veces sumamente violentas”.

Por otra parte, otro problema que tienen las mujeres en cargos de poder, es que a veces para protegerse a sí mismas, asumen roles masculinos y con ello asumen formas de convivencia con otras mujeres que son las mismas que pueden tener los hombres, sumado a que puede que en sus agendas de trabajo realmente no le dan cabida a políticas de equidad de género.

“A veces las mujeres reproducen estos roles de género porque el poder así está construido, entonces cuando se habla de mujeres en la política, suele ser conflictivo que las mujeres vayan teniendo puestos de poder, porque eso es un espacio sumamente masculinizado y tiene que ver con un sistema patriarcal”.

EL CAMBIO VA MÁS ALLÁ DE UNA LEY

Para ser más equitativos en temas de género, Veloz Contreras recalcó que se necesita mucho más que modificar las leyes, sino que se debe de hacer un trabajo minucioso de educación y pedagogía con campañas que estén acompañadas con la voluntad del gobierno y de los que ocupan cargos de liderazgo.

“Eso no debería ser un problema, pero lo es, se trata de cambiar nuestros chips de cómo pensamos, pero para eso se requiere toda una pedagogía de la equidad y que no se da sino por medio de la educación y estrategias políticas contundentes que sobrepasen la cuestión institucional”.

Para esto se debe de modificar la manera de ver y entender al mundo, ya que persiste una visión muy dual de la realidad.

“La gente encuentra arriba y abajo, mañana y noche y lo femenino y masculino, entonces; ha cambiado un poco pero viene de algo histórico y está muy difícil cambiarlo, en nuestra estructura de la mente”.

Aunque en la actualidad existe una mayor participación de las mujeres en cargos relacionados al poder, sigue existiendo un límite que nos les permite llegar a ciertos puestos, lo cual se debe al rol que la sociedad le ha impuesto a la mujer al considerar que ellas deben de dedicarse en temas relacionados al espacio privado y a su rol familiar y reproductivo, mientras que se considera que el espacio público es para los hombres.

Areli Veloz Contreras, doctora investigadora del Instituto de Investigaciones Culturales de la Universidad Autónoma de Baja California y experta en temas de género, explicó que al tratar de acceder a puestos de poder, existe una resistencia al cambio en cuanto a los roles de género en los hombres y las mujeres, los cuales siguen siendo algo rígidos.

Existe el concepto del llamado techo de cristal, en el que se refiere a aquellas normas no escritas que evitan que al interior de las instituciones no se les permita llegar a las mujeres a cargos de dirección. Por ejemplo, puede que actualmente, las mujeres sean regidoras, presidentas municipales y ahora gobernadoras, pero sigue sin haber una rectora en el caso de la universidad local, o incluso una presidenta de república.

Desde los noventa, mencionó que se ha creado la institucionalización del género, en el que se han incorporado leyes que deben de garantizar un piso homogéneo para que las mujeres tengan herramientas y puedan tener acceso estos puestos de poder, siendo esto las cuotas de género y los puestos por paridad, no obstante, siguen existiendo problemas para que exista igualdad.

En los últimos cincuenta años se ha redefinido el rol de la mujer al ser más activa en los mercados de trabajo, sin embargo esta participación ha sido problemática ya que con esto, se ven obligadas a salir del hogar y cumplimos otros roles fuera de él.

Otro problema es que en el ámbito laboral se les siguen dando roles que se asocian a lo femenino, puntualizó la experta. Por ejemplo, en los cargos públicos, se les asocia sobre todo a aquellas dependencias relacionadas a temas sociales o al cuidado, mientras que las dependencias de temas de economía y finanzas siguen siendo mayoritariamente ocupados esos puestos por hombres.


Además, en las dependencias que manejan temas sociales, se les destina menos recursos económicos, resaltó.

“Aunque las mujeres accedan a espacios políticos, también ahí dentro del espacio político se suele otra vez ramificar en los espacios que ocupan las mujeres y los hombres”.

“Finanzas, economía, turismo siempre van a tener más recursos económicos que los temas sociales”.

ESTAR EN UN CARGO DE PODER

Otro problema que se afrontan las mujeres al dedicarse a un puesto que está en la esfera pública, expresó Veloz, es que al contar con este tipo de trabajo, esto le causa conflictos con la familia, porque siguen atadas a su trabajo reproductivo y el cuidado de los hijos.

Si las mujeres no cuentan con el apoyo de sus parejas o familias, se les hace sumamente complicado dedicarse a un puesto de poder, ya que estos son claramente demandantes.

A esto se le suma que pese que existe una mayor equidad de género, los hombres no han asumido un trabajo equitativo dentro del hogar.

“Tiene que ver por un lado con el no querer perder privilegios y la participación de las mujeres en el espacio público y de la paridad de género y de poder integrarnos a un mejor salario a pesar de que no lo tenemos, pero de pelear por mejores salarios o igualitarios, todo esto quita privilegios a ciertas personas”

“Claro que es un privilegio tener en tu casa alguien que te haga de comer, que te apapache cuando llegues de tu trabajo súper cansado y cuando ya no la tienes, pues son privilegios que tenían y que tus abuelos tenían y demás que se van quitando y hay reacciones a veces sumamente violentas”.

Por otra parte, otro problema que tienen las mujeres en cargos de poder, es que a veces para protegerse a sí mismas, asumen roles masculinos y con ello asumen formas de convivencia con otras mujeres que son las mismas que pueden tener los hombres, sumado a que puede que en sus agendas de trabajo realmente no le dan cabida a políticas de equidad de género.

“A veces las mujeres reproducen estos roles de género porque el poder así está construido, entonces cuando se habla de mujeres en la política, suele ser conflictivo que las mujeres vayan teniendo puestos de poder, porque eso es un espacio sumamente masculinizado y tiene que ver con un sistema patriarcal”.

EL CAMBIO VA MÁS ALLÁ DE UNA LEY

Para ser más equitativos en temas de género, Veloz Contreras recalcó que se necesita mucho más que modificar las leyes, sino que se debe de hacer un trabajo minucioso de educación y pedagogía con campañas que estén acompañadas con la voluntad del gobierno y de los que ocupan cargos de liderazgo.

“Eso no debería ser un problema, pero lo es, se trata de cambiar nuestros chips de cómo pensamos, pero para eso se requiere toda una pedagogía de la equidad y que no se da sino por medio de la educación y estrategias políticas contundentes que sobrepasen la cuestión institucional”.

Para esto se debe de modificar la manera de ver y entender al mundo, ya que persiste una visión muy dual de la realidad.

“La gente encuentra arriba y abajo, mañana y noche y lo femenino y masculino, entonces; ha cambiado un poco pero viene de algo histórico y está muy difícil cambiarlo, en nuestra estructura de la mente”.

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