Como un niño inquieto, juguetón, amiguero y presto para aprender de futbol, un deporte que le apasionaba, recuerdan a Ignacio Rafael, el pequeño de 10 años a quien el pasado 6 de diciembre le fuera arrebatada la vida.
Cristian Manjarrez inició desde hace poco más de un año un equipo llamado Ángeles del Futbol, el cual nació por la necesidad de mantener a los menores del fraccionamiento Ángeles de Puebla entretenidos, fuera de las calles y crear en ellos una disciplina, un buen hábito para la vida y en el que pudieran compartir experiencias.
“Hace un año iniciamos con esto, vi que en muchas partes tenían la manera económica de pagar algún club y se me hizo feo que había muchos niños con inquietudes del futbol y no tienen dinero, no tienen la manera y en este deporte no cuesta si lo haces de corazón”.
Fue así, de corazón y con una fuerte pasión que llegó Nachito a este equipo seis meses atrás por invitación de su amigo Juanito, que le platicó de su experiencia y que él quería vivir en carne propia.
“Llegó como muchos niños, con inquietudes, Juan, una amigo de él lo acercó al club y recuerdo que cuando entró al campo me dijo ´hey, dice él que quiere jugar, pero no sabe mucho´ y yo le dije, ´no te preocupes, aquí se viene a aprender´”.
“El 2 de diciembre tuvimos un juego en Villa Florida al que nos fuimos en carros todos amontonados ...yo le comenté ´pórtate bien Nachito´ y me contestó ´eso es lo que quiero para poder seguir jugando futbol ´, lamentablemente no pudo”.
“Ignacio era un niño que tenía sueños”, precisa el entrenador, quien se queda con la satisfacción de haberle enseñado este deporte, en donde no solo aprendió a patear el balón, sino a hacer amigos.