El basurero ubicado al lado de la Laguna Xochimilco es una fuente de trabajo e incluso, una forma de vida para los que se dedican a la pepena, como lo es caso de Fabián Sánchez López, quien vive en una estructura improvisada que fue creada por él desde hace tres años.
De acuerdo a investigadores del Colegio de la Frontera Norte, las personas que viven en estructuras improvisadas creadas con pedacería de madera, láminas, lonas, entre otros, le llaman ñongos, como en el que duerme Fabián vive junto con unos 20 gatos y ocho perros.
El hombre que se dedica a la pepena comentó que antes vivía ahí junto con otras tres personas, pero estas prefirieron irse a otra parte, sin embargo le pidieron a él que se quedara con el fin de que velara por la laguna, ya que muchas personas arrojaban desechos en ella.
“Medio podo las palmas y pues simplemente, busco que no se llene de basura como estaba (antes)”.
El ñongo lo creó con los desechos que llegan al centro de transferencia ubicado en la calzada Héctor Terán Terán, en donde llega la basura de todas las colonias de la zona urbana.
Con mucho cariño refirió que durante el invierno se resguarda del frío gracias a los gatos, mientras que durante el verano, se mete al agua de la laguna.
De sus gatos, dijo que su consentida es una llamada Bambi, toda vez que con el tiempo se han reproducido y por ello prefiere no ponerles nombre al resto.
A ellos les compra en promedio un kilo y medio de croquetas para gato al día.
“Hay unos que se encariñan más que otros conmigo, y esos son los favoritos; tengo como unos 18, 20 gatos todos se acuestan alrededor mío; el verano es un poco más difícil pero ahí también tengo la laguna”.
En cuanto a los canes que resguardan su vivienda, explicó que se le dificulta más alimentarlos, sin embargo estos no mostraban signos de desnutrición.
Sus nombres son el Manchas, Hermosa, Dumbo, Cómodo, Manotas, el Vaquita y otros dos más que aún no “bautiza”.
“Usualmente como tres veces a la semana les saco huesos y se los hiervo, vienen de una frutería y como vienen ya deshuesados, nomás los hiervo y se los doy”.
Fabián para alimentarse a sí mismo, cuenta con una estufa improvisada a unos cuantos metros del “ñongo”, pero también dijo que suele visitar una fonda cercana y a las tiendas Oxxo.
Fabián es originario de Guanajuato, pero llegó a Mexicali tras ser deportado de Estados Unidos.
Allá trabajaba como carpintero en Los Ángeles, California.