En lo que va de este año siete personas, la mayoría mujeres, han sido rescatadas tras ser explotadas sexualmente principalmente en bares de Tijuana y Mexicali, un delito grave, pero también impune en Baja California.
En los últimos seis años, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ha rescatado a 137 víctimas de trata, sin embargo desde el 2016 no hay detenidos.
Héctor Alejandro Orozco Alvarado, titular de la Unidad Estatal de Trata de Personas, indicó que es un delito complejo para comprobarlo.
“Es muy difícil y complejo, hablamos de la flagrancia y ese es un gran problema que tenemos, hemos consignado con orden de aprehensión; eso sí es más fácil”.
La trata de personas considera once modalidades, pero la más frecuente en Baja California es la de tipo sexual en la que las víctimas son obligadas a ejercer la prostitución sin siquiera ver ganancias económicas.
En el Estado la ley prevé un castigo de entre 15 y 30 años de cárcel para quienes cometen explotación sexual y para quien contrata los servicios de una víctima la prisión es de 2 a 40 años de prisión.
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