“Le miro que le echa todas las ganas, tú la miras y parece una niña normalísima, porque es una niña súper normal”, fueron las palabras de Alejandra Aidé Pérez Guzmán al referirse a su pequeña hija Guiselle Isabella, quien se enfrenta a un diagnóstico de daño cerebral y a la posibilidad un tumor, con tan solo dos años de edad.
Desde los cuatro meses Guiselle ha tenido que acudir a tratamientos y estudios para conocer su enfermedad, algunos de ellos muy costosos, por lo que su madre se ha visto en la necesidad de vender comida, regalos, arreglos y lo que sea para reunir el dinero que requiere.
A pesar de todos estos estudios, los especialistas aún no pueden confirmar la enfermedad de la niña, lo que ocasiona que se necesite realizar aún más exámenes.
“Le salió que le falta un pedacito de cerebro, me comentaron que le había dado un infartito cerebral y por eso se murió esa parte de cerebro y pues seguimos en estudios; me dicen una cosa, que tiene un tumorcito, me dicen que tiene plexo braquial, me dicen que tiene daño cerebral, entonces pues ya no sé realmente qué es lo que tiene la niña”, aseguró.
Cuando comienza a caminar se hace evidente un problema motriz en el brazo y pierna derecha de la niña, los cuales no puede mover con normalidad, a tal grado que requiere de terapias al menos tres o dos veces por semana para lograr la movilidad.
“El lado derecho no lo mueve, no te agarra las cosas con la mano, el pie no alcanza a tocar el suelo, pues todo es del lado derecho; el lado lo tiene en el lado izquierdo, pero me dijeron que como lo tiene en el lado izquierdo le quita la función al lado derecho y esto desde arriba hasta el pie”, comentó.
Además del cuidado de su pequeña hija, Alejandra mantiene un trabajo de medio tiempo y se dedica a las ventas en fechas especiales y pedidos de comida, para pagar los estudios médicos.
Sin embargo, muchas veces esto no es suficiente para reunir el dinero suficiente, incluso llegó a la necesidad de vender su auto para pagar una resonancia de su hija, que recibe tratamiento principalmente en el sector privado.
“En el Seguro Social no hay especialidades que la niña necesita, en el Hospital General sí hay un oncólogo con el cual tuvimos una cita, pero estamos en espera de que nos digan los otros resultados y todo eso, más que nada tenemos por fuera a la niña porque no hay especialistas”.
A Guiselle le fue solicitado un nuevo estudio con un costo cercano a los 18 mil 500 pesos, además de que el pasado miércoles acudió a una cita con un neurocirujano para revisar la situación de la pequeña.