Si los productores del campo dejaran de realizar la quema agrícola para deshacerse del esquilmo que se genera al terminar una cosecha y la cambiaran por una técnica de remoción y composteo, podría inhibir los daños en la calidad del aire y en afectación a la salud pública, e incluso mantener la calidad de la tierra por más tiempo, explicó Isadora Clark Ordoñez.
La doctora en Ciencias e integrante de la dirección de protección al ambiente municipal, explicó que el argumento principal para modernizar las prácticas agrícolas es mejorar la vida media de sus suelos, así como de la productividad en términos de biomasa.
La experta abundó que para algunos, se tiene la creencia errónea de que realizar las quemas agrícolas “no es tan grave” al compararlo con residuos como la basura, sin embargo, aclaró que cuando se quema materia orgánica también se generan contaminantes como el óxido de nitrógeno y ozono, lo cual es dañino para la salud de las personas.
“Cuando quemas material orgánico que se producen óxidos nitrógeno que está en el aire, se reacciona con los gases de efectos invernadero y con la energía solar producen ozono y de todos esos contaminantes criterio, este último es un gas altamente tóxico para la salud”.
Al realizarse de manera común la quema agrícola, esto hace que la población de manera usual se esté enfrentando a lapsos donde hay una mayor presencia de ozono, lo cual puede condicionar que la población expuesta tenga afectaciones cardiorespiratorias.
“Las quemas agrícolas es una de las tantas fuentes de emisiones que tenemos, hay muchas otras, y entonces entre todas hacen que vivamos en una condición límite de calidad del aire para la salud”.
¿POR QUÉ NO CAMBIAN DE TÉCNICA?
La doctora explicó que algo que inhibe la utilización de técnicas no contaminantes como la remoción de esquilmo, la raíz y el composteo, es la inversión que tienen que hacer los agricultores para poder realizar dicha práctica, ya que la quema agrícola es fácil de realizar al compararse con la otra técnica, pues modernizarse requeriría realizar una inversión en maquinaria y el uso de agua para consolidar el retiro de los residuos de la cosecha.
Para ellos es complicado invertir, no obstante Clark admitió que dicho sector productivo conoce que eso sería lo ideal, pues de esa manera les duraría más la tierra, ya que la modernización generaría una mejor biomasa.
“Muchos agricultores no la tienen, durante su proceso agrícola la renta, tienen que rentarla y tienen que pagar agua, eso es por lo cual no realizan la otra práctica (sin quema agrícola), por mejorar la condición de sus cultivos, por mejorar la calidad del agua que se está irrigando que luego se recupera en los drenes”.
LEYES AMBIGUAS
Clark Ordoñez comentó que lo que ha evitado que se detengan las quemas agrícolas, es que no hay una ley clara que especifique exactamente qué debe de hacerse con el residuo, sin embargo, lo que sí hay es una ley forestal, la cual prohíbe la quema del residuo o del suelo, sin embargo lo hacen y la autoridad no toma acciones para evitarlo, lo cual debería de ser vigilado por la Secretaría del Campo y Seguridad Alimentaria.
Antes debía de darle seguimiento al tema la Secretaría de Protección al Ambiente, pero con el cambio de nombre de las dependencias, también cambiaron las atribuciones.
La también bióloga de profesión mencionó que por ejemplo, se debería de implementar un sistema similar al que se maneja en Estados Unidos, donde no están prohibidas las quemas agrícolas, aunque sí están reguladas, de tal manera en que solo se pueden realizar bajo ciertas condiciones climáticas.
En el país vecino se debe de solicitar un permiso donde indique qué día planean quemar, donde debe haber ciertas condiciones de temperatura, del viento y su dirección, la humedad relativa y en ciertas épocas del año.
