Las novedades que trajo la reforma laboral a la Ley Federal del Trabajo en México resultan más benéficas para las empresas y el gobierno en lugar de favorecer a la clase trabajadora, opinó Erick Paul Quintero, secretario general de la Unión de Trabajadores Industriales del Estado CROC.
La reforma mencionada se hizo efectiva desde el 1 de mayo del 2019 y algunos de los nuevos aspectos tienen que ver con las organizaciones sindicales.
Quintero destacó como positiva la democracia dentro de los sindicatos obligados ahora a elegir a sus líderes en ejercicios de votación transparentes.
Por el contrario, dijo, las condiciones para la revisión de contratos y titularidad de los mismos resultan absurdas y pareciera favorecer más a las empresas patronales y las autoridades de gobierno.
“Con una minoría inconforme, comprada o controlada por el patrón se puede echar abajo cualquier negociación en favor de los trabajadores; permitir varios sindicatos en una misma empresa pon en práctica el famoso divide y vencerás, sin una verdadera oposición el patrón es libre de hacer lo que quiera”.
La reforma laboral contempla también la posibilidad de que los trabajadores renuncien a aportar cuotas sindicales renunciando al descuento vía nómina con tan solo manifestárselo al patrón por escrito, aspecto que para el líder de la CROC en el estado resulta peligroso para los sindicatos.
“En apariencia devuelve unos centavos al bolsillo del trabajador, pero sin un sustento el sindicalismo desaparece y entonces sí sin una defensa, cualquiera puede pisotear libremente a los obreros”.
Agregó que la desaparición de las juntas locales para centralizar todo el poder solo hará más burocrática la atención de las necesidades de los trabajadores.
Quintero consideró que la reforma laboral fue votada de forma apresurada y sin el análisis necesario, aparentemente para complacer a Estados Unidos.