El acuerdo por el que se regularizarán los autos chocolate, no resuelve el problema de fondo, que es la corrupción, solo es para mitigar la presión social, manifestó el ex presidente del Colegio de Economistas de Mexicali, Enrique Rovirosa Miramontes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, firmó el acuerdo para la regularización de todos los autos de procedencia extranjera con ilegal estancia en los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Baja California Sur, por un precio de 2 mil 500 pesos.
El analista económico señaló que este acuerdo, va a generar que personas se vayan a esperar hasta el próximo programa de regularización, incluso, se les va a ser caro pagar 2 mil 500 pesos.
Los distribuidores de automóviles tienen razón hasta cierto punto, ya que cuando se legaliza de manera ilegal de manera reiterada, como ya se está acostumbrado a hacer, se fomenta la ilegalidad.
“México es un país donde no se respeta el estado de derecho, el caso de la legalización de los autos, es uno de tantos, vemos otras circunstancias se promueve que no se respete la ley, como cada año se viene haciendo costumbre, la eliminación de las multas recargos por no sacar a tiempo el plaqueo y por no pagar a tiempo el predial”.
Esto ha provocado que la gente, en lugar de pagar cuando le corresponde, diga que lo hace después, ya que al cabo les van a condonar los adeudos, por lo que desde este punto de vista, no es sano este tipo de acciones.
“El estado debe promover el cumplimiento de las leyes, no obstante, para que lo pueda hacer debe ser igual de exigente consigo mismo, entonces aquí entra el problema de la corrupción, la gente ve el tema de la corrupción por doquier pese a las promesas de que se va a combatir, ve toda esa faramalla”.
Rovirosa Miramontes señaló que no se está contemplando qué es lo que se va a hacer para que no se repita esta situación, ya que entonces, en 5 años más se va a tener que aplicar otro programa de regularización, esto ya se hizo una vez y el gobierno se hizo de la vista gorda.
Aunque para el estado, este programa resulta ventajoso, ya que por una parte mantiene contento a la gente y por otra, le entra dinero, señaló el economista.