Los bancos de sangre de Baja California no atraviesan por su mejor momento ya que a raíz de la pandemia del Covid-19 se redujo, todavía más, la captación de donadores altruistas, es decir ciudadanos que de manera voluntaria acepten compartir el tejido líquido sin que se trate de una situación de emergencia.
Este se considera un acto altruista ya que con 450 mililitros de su sangre, una persona puede salvar la vida de cuatro más, por ejemplo sus glóbulos rojos sirven a un paciente anémico, las plaquetas a una persona con problemas de coagulación, el plasma puede ayudar a un lesionado con quemaduras o desnutrición y los factores de coagulación benefician a un paciente con hemofilia.
María Guadalupe Pacheco León, responsable del Banco de Sangre de la clínica 30 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), indicó que la ausencia de los donadores altruistas hace crisis ya que tan solo en esas instalaciones en un mes llegan a transfundirse hasta 1 mil 600 unidades sanguíneas.
“Por desgracia no tenemos esa cantidad de donadores que acudan”.
La falta de cultura de donación de sangre es un problema que se arrastra desde hace años pero que se agudizó a raíz de la emergencia del coronavirus ya que el temor de contagiarse alejó a las pocas personas que acudían.
“En cuanto a donadores altruistas venían uno por mes o tal vez ninguno por el miedo a enfermarse, la tendencia continúa igual, la donación voluntaria se ubica muy por debajo de lo que debería ser”.
En el Banco de Sangre del IMSS la mayoría de las donaciones son dirigidas, es decir familiares de pacientes que se encuentran hospitalizados y que van a ser intervenidos quirúrgicamente.
Pacheco León indicó que la falta de unidades sanguíneas obliga a la dependencia a recurrir a otras instituciones de salud que comparten su abasto.
RÁPIDO Y SEGURO
El proceso para donar sangre se lleva a cabo bajo estrictos protocolos para la seguridad de los pacientes.
La responsable del Banco de Sangre de la clínica 30 del IMSS, indicó que a cada donador se le practica una entrevista médica para conocer sus antecedentes además de extraer una muestra que permite descartar o confirmar enfermedades además de definir su grupo sanguíneo.
La Norma Oficial Mexicana 253 establece que pueden ser donadores de sangre todas aquellas personas de entre 18 y 65 años de edad que se sientan sanos, incluyendo a quienes porten tatuajes.
“El proceso dura aproximadamente 30 minutos, hay factores que pueden impedir que una persona done por ejemplo al estar desvelada, que haya ingerido alcohol o el uso de medicamentos para el dolor o que se hayan tatuado o colocado un piercing en menos de un año”.
El tipo de sangre más frecuente en la población es “O positivo” y los más difíciles de conseguir resultan los grupos negativos.