Un grupo de poco más de 30 migrantes mexicanos sobrepasó el límite entre Mexicali y Calexico para protestar en suelo americano contra las políticas migratorias de Donald Trump, manifestación que desde el otro lado observó la secretaria de seguridad interior de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen.
Ayer, la funcionaria del Gobierno federal estadounidense desarrolló una gira de trabajo en el Condado Imperial y Yuma, Arizona, donde se reunió con autoridades migratorias para revisar el tema de seguridad y despliegue de personal militar en los límites con México.
Antes de abordar el helicóptero que la trasladaría hasta la frontera entre Arizona y San Luis Río Colorado, Sonora, Nielsen supervisó las labores de reposición del cerco fronterizo en el lado poniente de Calexico y Mexicali, proyecto contemplado por el Gobierno estadounidense desde la administración de Barak Obama.
Las labores para renovar 6 millas de la vaya que fue colocada hace más de 20 años han requerido retirar un buen tramo de las viejas láminas por lo que la división física entre ambos países desapareció, dejando observar claramente al personal que trabaja en la obra.
A unos 500 metros de la división entre México y Estados Unidos, se observó a la Secretaria de Seguridad Interior arribar al área en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
Mientras Nielsen observaba las labores justo a la orilla del canal Todo Americano, en el lado mexicano la asociación “Ángeles Sin Fronteras”, conformada por más de 30 migrantes mexicanos, muchos de ellos recién deportados, se manifestaron con gritos y pancartas donde se leían mensajes de rechazo a Donald Trump y sus políticas migratorias, entre ellas la construcción de un muro y la militarización de la frontera.
Aunque agentes de la Policía Municipal de Mexicali intentaron frenar el paso de los manifestantes para que no rebasaran los límites con Estados Unidos, ellos decidieron tocar suelo estadounidense y desde ahí mostraron su enojo contra las políticas del presidente del vecino país.
“No al Muro”, “Fuera Trump” y “No somos criminales” fueron algunos de los gritos de los migrantes mientras Nielsen observaba al mismo tiempo en que fue conducida hasta una camioneta negra que abordó para retirarse en cuestión de segundos.
LLEGAN “MIGRAS”
La presencia de los migrantes en suelo americano alertó a los trabajadores de la obra del cerco por lo que optaron por retirarse y en su lugar agentes de la Patrulla Fronteriza arribaron en moto y vehículos tipo pick up.
“Le queremos decir a Trump que la militarización de la frontera es una ofensa a sus amigos que hemos sido México, aliados del Gobierno de Estados Unidos y no vamos a poner un muro en la frontera”, expresó Sergio Tamai.
Mientras los migrantes alzaban las pancartas en suelo americano, por lo menos siete agentes de la Patrulla Fronteriza les pidieron que se retiraran y regresaran al lado mexicano.
“Nos dicen que nos quitemos, se les olvidó que nos robaron la mitad del territorio”.
Tras unos minutos el grupo detuvo la protesta y retornó a este lado, regresando la calma tanto en Mexicali como en Calexico.
Un muro no frena
Rubén tiene 31 años de edad, es originario de Sinaloa y desde hace un mes duerme en un albergue para migrantes de la zona centro de Mexicali, pues fue deportado tras vivir 13 años en California, Estados Unidos.
Ayer tomó una pancarta donde se leía “Un muro no”, misma que alzó en la protesta que se realizó mientras la Secretaria de Seguridad Interior del gobierno de Donald Trump se ubicada a unos 500 metros de la frontera entre Mexicali y Calexico.
“Con un muro más alto o dos no vamos a detenernos, lo vamos a seguir pasando”.
Rubén tiene claro el objetivo de retornar a Estados Unidos donde lo esperan dos hijas con quienes se comunica cada vez que puede.
A Estados Unidos llegó siendo un niño y una vez adulto se desempeñó en la construcción hasta que la policía lo detectó manejando en estado de ebriedad, lo que motivó su deportación.
