Madres e hijos migrantes retornan a los diferentes albergues de la ciudad, vienen de Estados Unidos, es aquí donde esperan lograr su sueño de obtener una visa humanitaria del vecino país. Esto ha provocado la llegada de más menores a los refugios, donde se puede ver desde bebés hasta adolescentes.
Mónica Oropeza, directora del Albergue del Oasis del Desierto, indicó que el espacio que ella coordina es especializado en menores mexicanos repatriados de Estados Unidos. Sin embargo, ante la necesidad de lugares para albergar a mujeres y niños centroamericanos, que regresan de Estados Unidos, debieron abrirles sus puertas.
Actualmente, cuentan con 25 personas entre niños y mujeres en esta condición; adicionalmente, hay 30 menores mexicanos que fueron repatriados y son originarios de Estados del Sur y Centro del país. El mes pasado llegaron a tener 65, pero ellos están bajo custodia temporal hasta que regresen a sus casas con alguno de sus familiares.
Comentó que tienen que administrarse bien para salir adelante, pues al incrementar su capacidad también aumentaron sus gastos y, sobre todo, que en esta época de verano deben tener sus aires acondicionados encendidos. En Posada del Migrante, refugio que se encuentra en Pueblo Nuevo, hay 52 menores, en este espacio se les da un lugar principalmente a familias y mujeres, para brindarles mayor seguridad.
APOYO NO LLEGA
Altagracia Tamayo, coordinadora del albergue, dijo que cuentan con muy pocos recursos para para atender a todos los refugiados, pues no han recibido apoyo de las autoridades federales.
También en albergue Alfa y Omega cuentan con menores de edad que acompañan a sus padres, quienes algunos días a la semana tienen entretenimiento gracias a maestras de la Universidad Autónoma de Baja California que acuden a brindarles diversas actividades.