En diversas avenidas aledañas a las Clínicas 30 y 31 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) desde hace tiempo se han secado árboles de diferentes variedades que comerciantes del área afirman no son regados.
Pero un jardinero sostiene que esa reacción de las plantas se puede deber al calor y la humedad que se registran en esta ciudad.
Por el lado de la avenida Lerdo de Tejada junto al área de entrada a la Clínica doctor Humberto Torres Sanginés, varios de los arbustos ya están muriendo y el vendedor de elotes, quien tiene más de 20 años de trabajar en esa zona, recordó que hasta hace unos meses antes del verano tenían mucho follaje verde.
Esto ha provocado que otros comerciantes de alimentos que se establecieron durante muchos años bajo su sombra se hayan ahuyentado, aunque otros se les terminó el permiso del ayuntamiento y no lo renovaron, dijo el comerciante que no prefirió no dar su nombre.
El mismo riesgo tienen la hilera de árboles que sombrean la banqueta que pasa a un lado del Teatro del IMSS, por la calle Zaragoza y casi llega hasta la calle F en donde una de esas plantas casi se secó totalmente y otras se ven con parte de su follaje desaparecido entre ramas grises de diverso grosor.
Voz de experto
Tomás Gutierrez Castillo, un jardinero sindicalizado en el ayuntamiento de Mexicali, explicó que hay variedades de árboles que son afectadas por el calor y la humedad.
“Si te fijas desde hace varios años en que aumentó el calor se ha visto que muchos árboles se secan con el cambio de clima que antes era seco”.
Explicó que las benjaminas y los yucatecos son los más afectados por esta clase de ambiente.
“Son más delicados junto con olivo negro o el álamo, los primeros fueron traídos a la región por ser más frondosos y dar más sombra, pero con los cambios de clima resultaron más afectados”.
Mencionó como ejemplo los que estaban en la Facultad de Enfermería de la UABC por la calle G y que tuvieron que ser talados porque les pegó el “hongo negro” y que al parecer fueron de los primeros yucatecos y benjaminas traídos a Mexicali porque calculó que tendrían cuando menos 40 años.
“Lo que puede estar pasando con los árboles alrededor de las clínicas del IMSS es que no los riegan como debe ser, pues en principio cuando son chicos hay que regarlos diario y en la noche, más en tiempos de calor, y cuando son más grandes dos o tres veces a la semana y ver que no les vaya a caer alguna enfermedad”.
Dijo que anteriormente se buscaban variedades que dieran mucha sombra y no que fueran resistentes.
“Es por eso que han desaparecido muchos árboles en camellones de avenidas o en banquetas, porque no se conocen los cuidados que requieren, por ejemplo, las podas tienen que ser en meses de poco calor”.