Cada mes en los Centros de Salud que operan en Mexicali, el valle y San Felipe, entre 270 y 290 personas son diagnosticadas con hipertensión, enfermedad crónica considerada enemigo silencioso de los mexicalenses y del resto de la población del país.
La hipertensión arterial es el aumento en la resistencia a la circulación de la sangre dentro de las arterias.
Para Cristina Maya Quevedo, responsable del programa de Atención a la Salud del Adulto y Adulto Mayor, lo más grave es que solo el 67% de los pacientes hipertensos se apegan al tratamiento y estilo de vida que recomiendan los médicos, el resto no dimensiona los riesgos de la enfermedad u optan por remedios alternativos.
“Es una enfermedad crónica que no se cura, se controla y para eso es necesario que se mantengan en control con sus médicos de por vida”.
El 33% de los pacientes hipertensos fuera de control son vulnerables a padecer las complicaciones que trae la enfermedad, desde infartos, embolias e insuficiencias cardíacas y renales.
“Muchos de los pacientes no asumen el diagnóstico, lo adjudican a otras cosas o inician tratamientos con terapias alternativas cuando ya necesitan tratamiento farmacológico”.
Otro aspecto preocupante en torno a la enfermedad es su característica silenciosa, pues se estima que un buen número de mexicalenses la padecen sin saberlo.
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