En la población mundial se estima que 25% de ésta padece alergias, sin embargo a nivel local la situación se agrava más, pues se señala que uno de cada tres mexicalenses las tiene en parte como consecuencia de la contaminación.
La alergia es una respuesta anormal y exagerada de las defensas del cuerpo contra factores que normalmente no deberían causar un efecto nocivo.
Juan Salvador Andrade de la Rosa, médico alergólogo, explicó que las reacciones más comunes son las estacionales, es decir las de cualquier cambio de estación como la primavera, cuando polinizan plantas, pastos y árboles.
Pero conforme va pasando el tiempo, hemos estado viendo que las alergias se han convertido más en padecimientos de todo el año, eso nos habla de que el paciente alérgico presenta hipersensibilidad no sólo a estos pólenes, sino a una diversidad de estos incluyendo alérgenos que se encuentran dentro del hogar.
Para el especialista en alergias, el paciente debe ser tratado de forma integral con especial énfasis en la medidas de prevención, farmacológicas y específicas que incluyen hacer pruebas que permita especificar el tipo de alergia y suministrar vacunas hiposensibilizantes.
ENEMIGO SILENCIOSO
Ana Rosalía ha padecido alergia prácticamente desde que nació y aunque recuerda en la infancia crisis ligeras, de un tiempo para acá los síntomas se agravaron.
Es como una especie de enemigo silencioso, es sutil y cuando menos piensas ya tienes los ojos llorosos y la nariz inflamada a un grado de que se te dificulta respirar, no sabes en qué momento pasará y volverás a sentirte normal.
La exacerbación de sus crisis la atribuye a la contaminación, un problema constante o casi permanente en Mexicali.
Vivo en una colonia donde no hay pavimento, si hay contaminación de plano prefiero no salir o cubrirme para no respirarla, porque en automático me sentiré mal.
Precisamente, para Andrade de la Rosa el mayor reto de los alérgicos es vivir en una ciudad tan sucia como ésta, pues se trata del factor que más los agrava.
Muchos pacientes buscan la mejoría cambiando de ciudad, aunque estos pacientes ya tienen predisposición hereditaria para reaccionar exageradamente ante estímulos que existen en cualquier parte, aunque obviamente sus cuadros serán menos severos y frecuentes si no están expuestos a condiciones de tanta contaminación.
