De acuerdo con especialistas, el estrés es un mecanismo de defensa que el organismo activa para enfrentar situaciones que resultan complejas, lo grave es que de no manejarse de forma adecuada puede traducirse en un deterioro de tanto de la salud mental como física. Pablo Alan Méndez Aguirre, médico psiquiatra del Instituto Mexicali de Seguridad Social (IMSS), explica que diversos factores externos como un entorno laboral complejo, las finanzas, los problemas familiares o incluso el tráfico generan un grado de estrés. “Es un mecanismo de defensa, es algo que a mí me ayuda a sobrevivir, a adaptarme o a dar un extra, pero es importante que yo sepa mis limitaciones y cuándo detenerme, de ahí que sea importante poner límites y no sobrecargarme”.
De acuerdo con el IMSS, a nivel nacional el 75% de los trabajadores mexicanos padece fatiga laboral y según Méndez Aguirre, en los consultorios de psiquiatría dos o tres de cada diez pacientes ven agravados los síntomas derivados de condiciones de estrés. “En el momento en que una persona sobrepasa sus límites de adaptación donde, por ejemplo empieza a sobrecargarse más, está tan comprometida que da mucho más de sí cubriendo más horas y se siente con más exigencias, esto se va incrementando hasta que sus jefes observen un mal rendimiento y ahí es cuando llega la persona con nosotros”.
Si los trabajadores identifican en sí mismos problemas para dormir, irritabilidad así como dificultad para concentrarse y pérdida del interés en actividades familiares o sociales que antes hacían puede ser momento de acudir con un médico. Un empleado estresado, indica el psiquiatra, no solo tiene menor rendimiento, sino que también tiene más riesgo a padecer un accidente dentro del área de trabajo.
NORMA MEXICANA ES PREVENTIVA
Recientemente en México cobró vigencia la Norma Mexicana 035 enfocada a los factores de riesgo psicosocial en el trabajo y su identificación, análisis y prevención. Para el especialista en psiquiatría, la medida resulta un paso importante aunque considera necesario observar que no implica u obliga a los patrones a atender el estrés del personal, sino más bien a prevenirlo.
“La norma se genera con la intención de identificar y mejorar el ambiente ya existente y hay que recordar que los padecimientos o alteraciones mentales se dan en edades muy tempranas y productivas”. En ese sentido, Méndez Aguirre considera que si en el trabajador ya existen enfermedades previas como diabetes, hipertensión, ansiedad o depresión que se combinan con factores estresantes en el trabajo, esto se vuelve una bomba de tiempo.
Aunque los efectos del estrés aquejan por igual a hombres y mujeres, la diferencia es que ellas son las primeras en buscar ayuda, mientras ellos esperan a que la situación llegue a niveles graves para buscar ayuda médica.
