Para que reviva el área comercial de la zona centro de Mexicali es necesario que se implemente un esquema de reubicar a los albergues para migrantes que están instalados en dicha área.
Rubén Hernández Chen, locatario del Centro Histórico, opinó que los que pernoctan alrededor dan un mal aspecto a ese cuadrante que debería de tener un ambiente familiar y comercial, pero esto no se ha logrado por la presencia de quienes andan pidiendo dinero en el área.
A los migrantes atribuyó que a los compradores no les atrae visitar el centro, por lo que consideró que deberían de reubicarse los albergues a otras zonas estratégicas a las orillas de la ciudad, en donde ellos puedan tener servicios y en general apoyo legal para dar continuidad a sus trámites de migración.
“Aquí ellos duermen, comen en el albergue y todo el día andan fuera de la zona centro, pidiendo dinero, drogándose, tomando, sin trabajar, su trabajo es ir a pedir dinero en la calle, entonces toda esa gente crea una percepción negativa dentro del entorno”.
Por referir un ejemplo, dijo que en el Hotel del Migrante se resguardan algunas personas que ya no tienen dicha condición y que llevan muchos años residiendo ahí, sin que tengan necesidad.
Del dirigente del albergue, Sergio Tamai, comentó que los alienta y promueve que comercialicen sobre la vía pública de manera informal, lavando carros y cuidando espacios de estacionamiento, lo cual también da mal aspecto a la zona y aleja a la posible clientela.
Puntualizó que Tamai les entrega un chaleco para identificar a los que son parte del albergue, sin embargo a ojos de Hernández Chen eso es irregular, ya que eso atenta en contra de los reglamentos municipales.
“Nos extraña que algunas veces pide que las autoridades intervengan, pero también promueve y solapa cosas que no son correctas”.
Dijo solidarizarse con los vendedores ambulantes de la línea internacional que se han sentido afectados por la presencia de migrantes y reprobó los actos de violencia que se han suscitado en los últimos días, sin embargo reiteró que las autoridades de los tres niveles de Gobierno deberían de hacer auditorías al interior de los albergues, dado que éstos reciben recursos públicos para subsistir.