Sin respetar las reglas de sana distancia, los turistas abarrotaron el Golfo de Santa Clara el fin de semana, lo que tiene un enorme beneficio económico, pero habría un impacto en el número de contagios.
Por su parte, Carlos Tirado Pineda, cuya familia es propietaria de un restaurante de la comunidad, comentó que fue difícil para los comercios seguir las medidas de higiene debido a la gran demanda de servicios.
Aseguró estar de acuerdo con la reapertura de playas, pero no sin los controles pertinentes; no hubo filtro sanitario en el acceso, ni se midió la temperatura a los visitantes.
En este sentido coincidió Hilda Somoza, residente del poblado pesquero y comentó que la decisión de la mayoría de los habitantes del Golfo fue abrir las playas, pero sí debió existir más vigilancia sanitaria y policíaca.
“Nosotros estamos por emprender una campaña de limpieza con apoyo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, le pedimos a la gente que no tire su cubrebocas en la playa, lo correcto es que la basura se quede en bolsas y pedimos que rocíen sanitizante en ellas”.
Aseguró que tras la reapertura, lo único que les queda como comunidad es el confinamiento y aplicar las medidas de higiene, sobre todo de quienes no dependen del turismo para sobrevivir.
RECIBE NOTICIAS DIARIAS EN TU CELULAR, ÚNETE A NUESTRO CANAL DE TELEGRAM
GENTE NO SE CUIDA
Carlos Tirado lamentó que los turistas no sigan las reglas de salud por su bien y el de los demás, ya que hubo hacinamiento y falta de uso del cubrebocas.
Expuso que más de 4 meses se cuidó con empeño el acceso al poblado y desafortunadamente se reinician actividades turísticas sin control.
“Yo creo que mucho de lo que pasó en el Golfo es responsabilidad de la gente y lamentablemente, para nosotros como residentes la carencia de servicio de salud de calidad nos afecta mucho, pues si nos enfermamos no hay instituciones donde atendernos”.
