Anteriormente, el tren pasaba únicamente a las seis de la mañana y conflictuaba el bulevar López Mateos en la salida norte de los patios del Ferrocarril, rumbo a la garita vieja con el desastre vial que significaba a esa hora. Luego a las cuatro de la tarde tiene en la salida sur junto al distribuidor vial, una salida que luego se vuelve regreso y a los que les toca el infortunio de pasar a nivel de piso y no por los pasos a desnivel es una penitencia.
Pero hoy poco antes de las cinco de la tarde y casi hasta las seis, utilizaron la espuela que está por López Mateos a la altura de la calle Juchipila, donde por no ser muy frecuente su uso, se vararon durante más de media hora los vagones y otros quince minutos que se desplazaron de oriente a poniente y viceversa, lo que provocó caos total.
Hacia el sur, la fila de carros esperando llenó por completo de vehículos el distribuidor vial y la fila llegó hasta las instalaciones de la Papelera San Francisco, mientras que hacia el norte llegó hasta el puente de López e Independencia, con la consabida monserga para los miles de carros que se quedaron estáticos alrededor de 45 minutos.
Las personas que viajaban en vehículos nuevos con refrigeración, esperaron molestos, sin embargo aquellos que no tenían aire acondicionado, pasaron una espera desesperante y peligrosa para ellos y sus hijos.
La desesperación provoco que hubiera pequeños choques entre automovilistas que se encontraban en el lugar y que pudieron salirse del nudo gordiano vehicular, los del norte agarraban unos por los retornos de la López, otros hacia el poniente de la colonia Zacatecas. Los del sur solo tuvieron la opción de usar como retorno una espuela y otros se metieron a la plaza Mandarín.
