Organizaciones defensoras del medio ambiente, Centro para la Diversidad Biológica y el Instituto de Bienestar Animal tratan de forzar al gobierno de Estados Unidos a tomar una decisión sobre su demanda interpuesta desde 2014, para prohibir la compra de todos los pescados y mariscos capturados en México, con base en la llamada Enmienda Pelly.
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La intención, es extender el embargo pesquero a los 17 estados costeros, además de la zona del Alto Golfo de California.
Si se cumple esta extensión, tendría impactos económicos muy fuertes, ya que el 44.2 por ciento de la pesca de exportación de México va para el mercado de Estados Unidos, que es el principal comprador.
Los productos del mar que se venden a Estados Unidos son, camarón, atunes, langosta, pulpo, jaiba y almeja, con un peso de 97 mil 131 toneladas y valor superior a 633 millones de dólares anuales, de acuerdo con Boletín de Comercio Exterior de Acuacultura y Pesca 2018.
Las asociaciones aseguran que el gobierno mexicano no ha hecho nada para frenar la pesca ilegal de la totoaba, la cual afecta directamente a la vaquita, puesto que queda atrapada en las redes y ahí mueren los ejemplares.
Por su parte, el representante de algunas cooperativas pesqueras del Golfo Calos Timado Pineda, dijo que si México sigue de brazos cruzados para atender a la vaquita marina, lo más seguro es que sí haya un endurecimiento del embargo pesquero.
“Estados Unidos tiene una presión de que a partir del 2021, en el Tratado de Libre Comercio hay una cláusula para no compa mercancía pesquera si no se protegía a las especies marinas, aquí tenemos el caso de la vaquita marina”.
Pescadores exigen al gobierno mexicano haga algo por la vaquita marina, ya que puede Estados Unidos extender el embargo pesquero a 17 estados costeros y eso agravaría la seria situación de los hombres del mar.