El gobierno de Morena de CLAUDIA SHEINBAUM está en la mira, más por fallas que por aciertos, al grado que aparenta que desean que colapse para sacarla de la jugada por la candidatura por la silla presidencial rumbo al 2024. Y es que entre sus movimientos estratégicos ha tenido descalabros, como que actualmente nombró a un investigado por la ley por presuntos delitos como abuso de autoridad, peculado, uso ilícito de atribuciones y facultades, coalición de servidores públicos y ejercicio ilícito del servicio público. Nos referimos a AMADOR RODRÍGUEZ LOZANO.
El exsecretario general de Gobierno en la administración del exmandatario JAIME BONILLA VALDEZ, quien ostentó el primer gobierno de Morena en Baja California, actualmente es investigado por el segundo gobierno de Morena en la entidad por los delitos antes mencionados.
A la jefa capitalina o no le informaron la clase de fichita que se estaba llevando o es un movimiento estratégico porque ese tipo de políticos desdeñables lo quiere cerca para ser el peón de la guerra sucia y las tretas ruines e ilegales.
Para muestra, la intentona de AMADOR de pretender alterar y lesionar la Constitución de Baja California para que BONILLA se mantuviera 5 años en el poder, solo por el poder; fue también señalado en la red de “moches” que a las semanas de ingresar abrieron la caja de pandora de toda una red de podredumbre que encabezó, pero gracias a que tenían como fiscal al GUILLERMO “TITI” RUIZ, literalmente el compadre de BONILLA decidió dar carpetazo y nunca se investigó el tema. Por ello la justicia nunca llegó.
Fue también señalado por el contrato de desayunos escolares y otorgado a una supuesta trabajadora del gobierno pseudo reportera, que fue un tema, que tampoco la Fiscalía, ni la Secretaría de Honestidad investigaron. Y no hay que olvidar que actualmente es investigado por haber gestionado con BONILLA, un esquema para que varios de los exfuncionarios de primer nivel, donde fraguaron un contrato con la empresa Next Energy para construir una planta fotovoltaica sin permisos, ni licencias, pero además obligaba al siguiente gobierno a pagar la obra por 12 mil millones de pesos, se construyera o no; ese es el nivel de catedrático y maestro del Derecho Constitucional.
Pues SHEINBAUM consideró que esos antecedentes eran ideales para crearle una nueva dependencia, con cargo al erario por supuesto, para que el angelito siga viviendo del recurso público. Y se trata de la Coordinación General de Relaciones Institucionales, de esos títulos rimbombantes que a todas luces será la cloaca por donde se vertirá todo lo que no deben hacer, como el no mentir, no robar y no traicionar.
IGNORADOS
Donde no ven lo duro sino lo tupido es en la delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Baja California. Y es que hay que recordar que con eso de que el gobierno de México pagará una millonada para que entren 500 médicos cubanos hasta los puntos más recónditos del país y que son como la octava maravilla de la medicina y pues hubo reclamos por ello, por eso lanzó la convocatoria para contratar especialistas.
Por lo menos en Baja California la respuesta fue nula. DESIRÉE SAGARNAGA, delegada del IMSS en Baja California, informó que se ofertaron alrededor de 14 mil 500 plazas para médicos en todas las especialidades en todo el país. En el caso de Baja California se ofertaron 31 plazas para médicos especialistas, pero solo una fue la que se contrató: Se trata de un médico oftalmólogo en Tijuana. Se presentaron otros médicos, pero no eran de las especialidades que estaban ofertando. Es decir, todavía quedan vacantes 14 plazas de medicina interna, 5 de cirugía plástica y reconstructiva, 4 de pediatras, un oncólogo, una de proctólogo, angiólogo, entre otras, 30 en total. Aclaró que el IMSS de Baja California, de Ciudad Juárez y de Playa del Carmen en Quintana Roo, son los lugares en donde paga más a los médicos. Es decir, en estos lugares, pagan un sobresueldo del 50%.
Sin embargo, la frontera Norte ofrece un mercado médico muy grande, por lo que éstos prefieren trabajar en el sector privado. Así que quienes tengamos cita con un especialista y el IMSS nos la ponga seis meses después o nos mande a Tijuana, ahí está la razón.
