En México la frase “El cuento de nunca acabar” la hemos convertido en un refrán popular para dar a entender que un problema, situación o circunstancia se repite y se repite, sin llegar a una solución.
Sin embargo, en realidad se trata del título de un exquisito libro de la escritora española Carmen Martin Gaite, fallecida en el 2000 a los 74 años de vida.
Pero tomemos como base la acepción de la frase “el cuento de nunca acabar” en México para señalar que una vez más, como ha ocurrido por años, los agricultores han tenido que salir a las calles a manifestarse para presionar al gobierno y los compradores de sus cosechas, a pagar un precio justo, que les garantice cubrir los costos de producción y les quede una utilidad mínima del 15%.
En Tamaulipas, más de un centenar de campesinos del valle de San Fernando bloquearon el jueves pasado el kilómetro 187 de la carretera federal Victoria-Matamoros. Fue la segunda ocasión que fue estrangulada la vía de comunicación en este tramo carretero; los campesinos y productores inconformes exigen al gobierno federal y estatal el apoyo del incentivo económico para que la tonelada de sorgo alcance los 6 mil 500 pesos.
En Jalisco, mil 500 agricultores de diferentes municipios se manifestaron arriba de sus tractores sobre avenida López Mateos y Periférico hasta llegar a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural federal para pedir un precio base de 6s mil 950 pesos en el grano de maíz blanco. Actualmente, el precio fijo es de 5 mil 257 pesos por tonelada. Sin embargo, en diversas ocasiones, los agricultores han externado que ese monto no es rentable, por el contrario, pierden dinero y no recuperan su inversión.
En Sinaloa, desde el pasado 29 de abril agricultores inconformes con el precio base de la tonelada de maíz blanco se han manifiestado en la caseta de cobro de la autopista Mazatlán-Culiacán. Cabe señalar que hace días la caseta fue abierta al tránsito regular de vehículos de todo tipo, pero los agricultores han expresado que si el problema no se soluciona de manera definitiva en los próximos días volverán a manifestarse.
Sonora es el principal productor de trigo del país. Sin embargo, los productores también están inconformes por la crítica situación en la que se encuentran, por lo que no descartan la posibilidad de manifestarse hasta lograr un precio justo.
En Mexicali, los trigueros han sostenido repetidas reuniones con las autoridades. Muy probablemente los trigueros mexicalenses se conformen con los 200 pesos que aporte el estado y los 100 del municipio. Faltaría ver la participación de los empresarios.
Lo cierto es que en México no hay políticas públicas que permitan una planeación de la cultura a mediano plazo y mucho menos que los agricultores siembren con la certeza de que la comercialización de sus cosechas estará garantizada a un precio justo.
La actividad de los productores de granos básicos en este país es recurrente año con año o lo que es lo mismo, se trata del cuento de nunca acabar.
