/ viernes 27 de agosto de 2021

Inflación y precariedad salarial

Prisma

Con frecuencia digna de mención, escuchamos los anuncios triunfalistas que hacen autoridades de los tres órdenes de gobierno, respecto de la creación de nuevos empleos tanto en el sector industrial, como comercial y de servicios.

Lo que no se comenta es sobre la calidad cuantitativa de los nuevos puestos de trabajo, que por lo general es baja, si la relacionamos con el costo de los bienes de uso y consumo de los trabajadores, que cada día suben de precio, con motivo de las crisis propiciadas por la pandemia y las políticas económicas gubernamentales generalmente ajenas a la realidad imperante en el país en esa materia.

En tal contexto, según versiones difundidas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) los salarios de los trabajadores han acumulado cuatro meses seguidos de deterioro, provocando, hay que decirlo, la precarización salarial en nuestro país.

Tienen proyectado que sigan creciendo ciertos rubros FOTO: Archivo I La Voz de la Frontera

Dice la institución que, en julio, el incremento promedio de los salarios contractuales se mantuvo por debajo de la inflación, lo que se convirtió en una pérdida del poder adquirido, de acuerdo con datos oficiales.

En ese mes, el aumento promedio de las revisiones salariales fue del 5.6 por ciento, cifra que, al descontar la inflación anual, se tradujo en un retroceso real del 0.19 por ciento.

Según el Inegi, en julio la inflación fue del 5.81 por ciento a tasa anual, es decir se ubicó fuera del margen objetivo del Banco de México, que era del 3 por ciento con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba.

En los primeros siete meses del año, el aumento promedio nominal de las revisiones contractuales se ubicó en 4.8 por ciento. No obstante, el promedio real logrado por un millón 41 mil 503 trabajadores registra una contracción del 0.22 por ciento según información proporcionada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Así las cosas, ante la deficiencia de los salarios, el aumento constante de los precios no solo de la llamada canasta básica, de las medicinas y atención médica que demanda a la población entera --por la pandemia, gastos de educación y vivienda, la debilidad de la economía de los trabajadores mexicanos seguirá fomentando la desigualdad social que vivimos.

salgares4@gmail.com

Prisma

Con frecuencia digna de mención, escuchamos los anuncios triunfalistas que hacen autoridades de los tres órdenes de gobierno, respecto de la creación de nuevos empleos tanto en el sector industrial, como comercial y de servicios.

Lo que no se comenta es sobre la calidad cuantitativa de los nuevos puestos de trabajo, que por lo general es baja, si la relacionamos con el costo de los bienes de uso y consumo de los trabajadores, que cada día suben de precio, con motivo de las crisis propiciadas por la pandemia y las políticas económicas gubernamentales generalmente ajenas a la realidad imperante en el país en esa materia.

En tal contexto, según versiones difundidas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) los salarios de los trabajadores han acumulado cuatro meses seguidos de deterioro, provocando, hay que decirlo, la precarización salarial en nuestro país.

Tienen proyectado que sigan creciendo ciertos rubros FOTO: Archivo I La Voz de la Frontera

Dice la institución que, en julio, el incremento promedio de los salarios contractuales se mantuvo por debajo de la inflación, lo que se convirtió en una pérdida del poder adquirido, de acuerdo con datos oficiales.

En ese mes, el aumento promedio de las revisiones salariales fue del 5.6 por ciento, cifra que, al descontar la inflación anual, se tradujo en un retroceso real del 0.19 por ciento.

Según el Inegi, en julio la inflación fue del 5.81 por ciento a tasa anual, es decir se ubicó fuera del margen objetivo del Banco de México, que era del 3 por ciento con un intervalo de un punto porcentual hacia arriba.

En los primeros siete meses del año, el aumento promedio nominal de las revisiones contractuales se ubicó en 4.8 por ciento. No obstante, el promedio real logrado por un millón 41 mil 503 trabajadores registra una contracción del 0.22 por ciento según información proporcionada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Así las cosas, ante la deficiencia de los salarios, el aumento constante de los precios no solo de la llamada canasta básica, de las medicinas y atención médica que demanda a la población entera --por la pandemia, gastos de educación y vivienda, la debilidad de la economía de los trabajadores mexicanos seguirá fomentando la desigualdad social que vivimos.

salgares4@gmail.com