Liderazgo, puntualidad, honestidad, compromiso, responsabilidad y lo más importante, respeto, son las cualidades que Karen Payola Ornelas Machado considera más importantes en todo aquel que desee dedicarse a desempeñarse como profesor o maestro.
Una extensa carrera respalda la opinión de la mexicalense de 32 años, quien actualmente se desempeña como docente de varias asignaturas y como directora de la licenciatura en Comercio Internacional y Aduanas en la Universidad Xochicalco, estudió la licenciatura en Relaciones Internacionales y cuenta con maestría y doctorado en Educación.
Pero al inicio su plan era algo distinto. “Estudiaba Relaciones Internacionales en UABC y quería dedicarme a la política, pero miraba mucha corrupción y malos manejos en ese ambiente donde estaba en ese momento y me quejé con un docente, le expresé que me entristecía mucho la política de México, pero que iba hacer todo lo posible por cambiarla y hacer lo mejor por mi ciudad, su respuesta fue la siguiente: ‘Payola, jamás cambiarás a México’”.
“El que un maestro de mi facultad me diera ese comentario fue muy decepcionante para mí, pero en ese momento me había hecho el gran favor de darme la respuesta a una de mis misiones de vida, no cambiaré a México de la noche a la mañana, pero sí puedo hacer algo por las personas que cambiarán a México, inicié con mi maestría y empecé a dar clases en nivel superior”.
Ésa es la forma en la que Payola decidió que aportaría a enriquecer las mentes mexicanas, por medio de la educación. “El impartir clases y transmitir conocimiento es de suma importancia, pero dar una formación integral es el punto de éxito más grande, dejar siempre una enseñanza de vida a mis alumnos siempre será el mejor objetivo, y que te recuerden aún fuera de las aulas”.
La puntualidad y el orden son de las enseñanzas que sus alumnos más agradecen, ya que incluso después de egresar le envían mensajes para informarle que estos aspectos les han abierto puertas en el área laboral.
Su rutina es algo ajetreada, pero muy satisfactoria, ya que a mediados del día le dedica alrededor de 4 horas a una de sus mayores pasiones: El entrenamiento como porrista y coach de porras, una labor que incluso la ha llevado a recibir múltiples reconocimientos, entre ellos el premio Orgullo Cachanilla en la Rama Femenil de Porras.
“Tengo 14 años de entrenadora y 20 de porrista, ha sido la mejor decisión de mi vida el dedicarme a ésto, las personas cercanas a mi saben que mi vida es la educación y el deporte y gracias al deporte me di cuenta que el formar a los ciudadanos de Mexicali iba hacer una de mis misiones de vida”.
“Ha sido muy enriquecedor, pues a lo largo de mi camino he entrenado a más de 800 porristas formando mujeres fuertes y de bien, que ahora las veo siendo unas excelentes profesionistas, madres y emprendedoras”.
Así sea con sus alumnos universitarios o los equipos de porras que entrena, la educadora expresa que lo que más aprecia de su carrera ha sido conocer a diferentes personalidades, diferentes hábitos y costumbres, unidos por un mismo objetivo: Ser cada día mejores en lo que hacen.
