Sergio Martínez había perdido en menos de un año a su padre y la titularidad con el equipo Cuervos. En la Final de la categoría Sub-20, el “Cachora” anotó el gol que le dio el bicampeonato a su equipo y tuvo una dedicación especial.
Si el partido frente a la Esperanza Agrícola “A” no tuvo las suficientes emociones con el 3-3 en el tiempo reglamentario, la tanda de penales le añadió el dramatismo al definirse en muerte súbita.
“Estoy muy agradecido, porque el profe me dio la confianza de entrar en el segundo tiempo, me dijo ´tú la vas hacer´ y se dio, se lo dedico totalmente a mi papá que falleció hace cuatro meses”, dijo emocionado, mientras era felicitado por sus compañeros.
“Mi papá lo fue todo”, añadió, “él fue el que me metió a jugar futbol desde que tenía 6 años”.
En el torneo anterior, en el que Cuervos también consiguió el campeonato, Sergio Martínez fue una de las piezas clave en el cuadro de Abraham Téllez y se desempeñaba como titular; en esta ocasión se tuvo que adaptar a un nuevo rol.
“En el primer torneo ya había jugado, era titular, en éste ya no, era banca, me tocaba entrar en el segundo tiempo como revulsivo del equipo y así lo hice siempre, con el corazón”.
Cuando ingresó en el segundo tiempo y cuando llegó el momento de definir el juego en tanda de penales, siempre estuvo seguro de tirar al final.
“Yo ya sabía que lo iba a meter”, refirió, “me pidieron que tirara antes, pero me esperé hasta lo último porque sabía que lo iba a meter”.